Carta urgente a los hombres de Oaxaca

escrache_cesar1Nos envían para su publicación la siguiente carta, en el contexto de la denuncia por violación contra César Chávez. Carta íntegra:

 

Oaxaca, 7 de agosto 2014

Carta urgente a los hombres de Oaxaca

 

El machismo mata. El machismo viola. El machismo destruye, divide y obstruye. Es un monstruo que todos nutrimos. Lo mantenemos vivo y fuerte con nuestra complicidad, con nuestros chistes, burlas y miradas. Es un mal añejo, enraizado ya en nuestras costumbres, cuerpos, corazones y cabezas. Lo hemos heredado de prácticas e ideologías patriarcales de sociedades jerárquicas y esclavistas por cientos de años. Tampoco era ajeno a algunas sociedades de nuestros pueblos originarios. Luego se reforzó y endureció con el colonialismo español que normalizó la violación e incapacitación de las mujeres. La Iglesia católica además consagró la sospecha sobre la mujer y el dominio masculino. Las instituciones del estado como la escuela y el ejército están impregnados de una masculinidad agresiva, y por fin la publicidad capitalista aviva el sexismo. Pero no somos esclavos de nuestras tradiciones y demonios. Somos creadores y multiplicadores a través de nuestros actos. ¡Ya basta de tolerar la misoginia, la homofobia y el machismo! Estamos hartos de chistes machistas, de burlas homofóbicas, de protagonismos, de caudillos, de machines, de mujeres acosadas, violadas, asesinadas. Ya no podemos relegar el tema a la nota roja, al clóset, a los círculos feministas.

Lo que nos motivó por fin a tomar ahora la palabra, fue la acción valiente de algunas compañeras de armarse con la pinta y la palabra para denunciar a un violador dentro del movimiento de Oaxaca. Es miembro de ASARO y del proyecto chicatana y son los espacios que decidieron silenciarlo y protegerlo. Ellos lo valoraron como un asunto “privado”. Estos “revolucionarios” se esconden detrás de un juicio legal y buscan el amparo de un aparato estatal que protege violadores. Al mismo tiempo amenazan y hostigan a las víctimas y sus círculos de amigas. Para proteger a otras mujeres y hacer de la violencia sexual un tema público y no privado, las compañeras decidieron denunciarlo públicamente y forzar a ASARO y al proyecto chicatana a reaccionar y tomar partido. Aplaudimos y apoyamos esta acción, pero tenemos que cuestionarnos. Sólo por la complicidad y el silencio de muchos hombres las cosas pueden llegar tan lejos y se siguen haciendo así. Es tiempo de reflexionar, de cuestionarnos, de confrontar el machismo en nuestros espacios en todas sus índoles. No vamos a expiarnos del mal con el aislamiento de un violador, sino tenemos que hacer conciencia sobre nuestras prácticas e ideas enraizadas.

No podemos ser anticapitalistas, sin luchar contra el patriarcado. Ni podemos ser rebeldes, revolucionarios, luchadores sociales cuando toleramos prácticas machistas. No tenemos autoridad moral de criticar la violencia, cuando silenciamos la violencia sexual verbal o física. No va primero la lucha contra las empresas transnacionales, los capitalistas, gobiernos o imperialistas. Nuestro camino de liberación no puede tolerar el machismo y verlo como pura consecuencia de otras opresiones que por mano milagrosa desaparecerán con la caída del capital o el estado. La lucha contra el patriarcado es central, ya que implica la lucha contra toda una visión del mundo, de los humanos, de la naturaleza y nuestra dominación de ella.

Nuestras compañeras han levantado la voz antes. Han luchado por su voz y presencia, por ejemplo en la APPO. Tantas veces pusieron el tema del machismo en la agenda, cuando en realidad nos tocaba también a nosotros, los hombres, tematizarlo, discutir nuestros privilegios, nuestras formas y prácticas. Ya no podemos seguir así. Hay que empezar por reunirnos, encontrarnos entre compas, amigos y compañeros, vernos la cara y combatir el machismo entre nosotros.

 

¡Sin complicidades con violadores ni machos!

¡Por un Oaxaca Rebelde, Solidario y Libre de Machismo y Explotación!

 

Con mucha rabia y dolor, un poco de temor y siendo aún muy pocos, pero con la seguridad de que es nuestro lugar, junto a las compañeras en lucha.

Algunos hombres, en algunos lugares de Oaxaca.

 

 

2 comentarios

  1. Judith Rosas Morales

    De acuerdo con el artículo y posición que toman estos compañeros …….Felicidades

  2. Pingback: Somos nosotras escribiendo la historia | cantando al sol como la cigarra

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