Nos envían para su publicación la 2da parte de este manifiesto, en el contexto de las acusaciones por violación contra César Chávez en Oaxaca:
Las mujeres hartas de la violencia contra nuestros cuerpos, ideas y libertad (2da. parte) MANIFESTAMOS:
¿Por qué vamos a confiar en un sistema jurídico en el que impera la injusticia y la impunidad?
Si sabemos que es un sistema viciado que estigmatiza a las mujeres y las convierte en culpables de los crímenes cometidos en su contra; que las denuncias por violación ante las instituciones, representan un proceso humillante y doloroso para las sobrevivientes.
¿Por qué hemos de creer en la justicia institucional, si es parte del mismo sistema patriarcal que nos mantiene oprimidxs?
Apelar al sistema jurídico, es olvidar los incontables casos en donde los veredictos se inclinan según la conveniencia de los poderosos: por un lado, dejando en la impunidad muchos delitos, y por el otro, condenando a personas inocentes.
Creerlo sería olvidar a miles de mujeres violadas y asesinadas, a lxs presxs políticos, a los golpes y humillaciones contra el pueblo de Atenco, a la represión en los movimientos sociales y, recientemente, el caso de Yakiri, una joven que al defender su vida dio muerte a su violador y quién en la actualidad enfrenta un absurdo proceso penal por homicidio.
Denunciamos para que la voz de las mujeres sea escuchada, para decir ya basta de que se nos cuestione y descalifique. Ya que, mientras otrxs se jactan acusándonos de “difamación”, nosotras aplaudimos el valor y la fuerza de aquellas mujeres que respondieron y sumaron sus denuncias venciendo la soledad, la hostilidad y el miedo.
Queremos construir un mundo sin los juicios morales que desacreditan las denuncias de violación, que reproducen la lógica patriarcal en la que corresponde a las mujeres sentir vergüenza y las hace responsables de las agresiones sufridas, asumiendo que todas debemos ser pasivas, sumisas, vírgenes, madres, heterosexuales, cuidadoras, etc.
Nos pronunciamos en contra de quienes acosan y deslegitiman a las mujeres que rompen con la moral patriarcal, atreviéndose a denunciar. Los acosadores y sus cómplices, bajo la excusa de que ellas “no se dan a respetar”, se sienten con el derecho de ejercer presión y dominio sobre ellas.
A las mujeres siempre se nos piden pruebas. Pero ¿cuándo es suficiente la denuncia de una mujer? ¿Cuándo aparece en la nota roja?: Cuando ha sido asesinada.
Rechazamos la hipocresía de quienes se asumen revolucionarixs, activistas o parte del movimiento social, pero en su actuar cotidiano y político siguen reproduciendo los vicios del sistema: amenazando, humillando, menospreciando, agrediendo y desacreditando a las mujeres. Muchas de estas violencias se dan en el ámbito privado, siendo esto una excusa para separarlo de lo público, eludiendo así la responsabilidad y congruencia en el decir y el actuar. Afirmamos que, para construir relaciones justas e igualitarias en lo privado y en lo público, LO PERSONAL ES POLÍTICO.
Se nos ha criticado de querer “dividir” al movimiento y se han hecho llamados a la unión de la izquierda en Oaxaca. Nosotras nos preguntamos, ¿vale más una supuesta unidad política que las voces de las mujeres que piden justicia? No queremos esa unidad si está construida por encima de nuestros cuerpos, ideas y libertad. Queremos una vida, ya sea pública o privada, libre de machismo, sexismo y lesbofobia.
Nos negamos rotundamente a que una firma o un nombre nos de identidad, porque nuestra identidad es la rabia colectiva de las mujeres que han sido agredidas, desaparecidas, violadas y asesinadas; porque nos reconocemos en un común, NUESTRO GRITO ES POR LA SOLIDARIDAD. Pero también porque al conocer el contexto en el que denunciamos, estamos conscientes de que las agresiones se dan hacia quien levanta la voz. Nos negamos a que las violentadas seamos siempre quienes demos los nombres y los de los agresores se mantengan anónimos. Cambiemos los papeles: señalemos a los abusadores, violadores y asesinos.
Por todo esto, hacemos un llamado a las mujeres a que se atrevan a alzar la voz, a romper el silencio, a señalar y visibilizar las agresiones porque la violencia contra las mujeres no es natural. Así, nosotras podemos romper las ataduras impuestas, esta es una forma de construir justicia. CONVOCAMOS A QUE SE SUMEN DE TODAS LAS FORMAS POSIBLES A ESTE MANIFIESTO Y EN CONTRA DE LA VIOLENCIA MACHISTA Y PATRIARCAL, porque si tocan a una, nos tocan a todas.
Llamamos al pueblo en general a que no sean cómplices con su silencio o neutralidad. No es un “pleito entre algunxs”, es un problema que siempre está presente y que nos afecta y concierne a todxs, y sobre todo a quienes se dicen luchar por una sociedad más justa.
Este manifiesto no es anónimo porque somos todas, mujeres, somos muchas y somos cada vez más…
¡Fuera los agresores del movimiento social y cultural!
¡Somos un montón y hemos perdido el miedo!!
¡Si tocan a una, respondemos todas!
Oaxaca, 12 de Agosto de 2014
PD: Envia tu firma de adhesión, comentario, comunicado, etc. a:
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artistasplasticosbogota@hotmail.com