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Prisión Contaminante: Fayette, Pensilvania

SCI Fayettepor Mumia Abu-Jamal

Hace poco, un grupo de investigadores de derechos humanos, al responder a cartas de presos de la prisión Fayette, descubrieron una gran cantidad de peligros y amenazas ambientales para la vida, la salud y el bienestar de cientos de presos, guardias y otros empleados de la prisión que se encuentra en el oeste del estado de Pennsylvania.

El Abolicionist Law Center, ALC, (Centro de Derecho de los Abolicionistas) y la Human Rights Coalition, HRC, (Coalición de Derechos Humanos), con la ayuda del Center for Coalfield Justice (Centro para Justicia en la Cuenca Carbonífera) enviaron cuestionarios a la prisión y visitaron a los presos dispuestos a hablar.

Encontraron que la prisión, construida en medio de un enorme vertedero de residuos de carbón y llena hasta el borde con cenizas volantes tóxicas, causó o contribuyó de manera significativa a casi una docena de muertes por cáncer, y a graves trastornos y enfermedades que amenazan su vida.

Las dos organizaciones investigaron las acusaciones y redactaron un informe condenatorio de 23 páginas. Titulado No Escape: Exposure to Toxic Coal Waste at State Correctional Institution Fayette (Sin Escape: Contacto con residuos de carbón tóxicos en la Institución Correccional Estatal de Fayette) el informe se lee como un cuento de terror sobre la negligencia médica, la insensibilidad y el sufrimiento humano.

Además de los once casos mortales de cáncer, otra media docena de presos también han sido diagnosticados con cáncer. Otros sufren de enfermedades respiratorias, y el 68 por ciento de los encuestados afirmaron tener enfermedades no diagnosticadas, incluyendo furúnculos, quistes y inflamaciones tanto internas como externas en sus cuerpos.

Un preso encarcelado en Fayette, Marcus Santos, experimentó hinchazón de la garganta y también de la cara, brazos y piernas. Tenía miedo de morir ahogado. Santos escribió a los investigadores:

“Sufrí casi todos los días durante los 15 meses que estaba en esa prisión. Casi me morí varias veces debido a la inflamación de la garganta. Me dieron Tums para la inflamación de la garganta y me dijeron que si empezaba a ahogarme, no había nada que podrían hacer por mí. En ese momento me quedó claro que me daban por muerto. Como no hubo nada que pude hacer y pareció que no hubo remedio para mi enfermedad, llamé a mi hermano y le dije que pensaba que no iba a sobrevivir para cumplir mi sentencia. Le pedí que cuidara a mi hijo [p.9].”

El informe Sin Escape, del ALC/HRC, está lleno de este tipo de eventos y comentarios desgarradores.

El culpable aquí es la amplia gama de productos químicos dejados por las cenizas volantes y residuos de carbón en el vertedero que rodea la prisión, que incluyen mercurio, plomo, arsénico, cromo hexavalente, cadmio, boro y talio.

¿Y el otro culpable? El Departamento de Correccionales de Pensilvania, que optó por construir una prisión en medio de un vertedero de residuos tóxicos.

En Pennsylvania, cada condena puede ser una sentencia de muerte.

Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.

Fuente: No Escape: Exposure to Toxic Coal Waste at State Correctional Institution Fayette.

Contactos:

Abolitionist Law Ctr., PO Box 8654, Pittsburg., PA 15221; www.abolitionlawcenter.org

Human Rights Coalition, 5169 Penn Avenue, Pittsburg, PA 15224; www.hrcoalition.org

 

-© 14maj

15 de septiembre de 2014

Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org

Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com

Traducción Amig@s de Mumia, México

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