Desde hace por lo menos un mes el Estado Islámico (EI) intenta invadir la ciudad Siria de Kobane, conocida también con el nombre de Ain al Arab, frontera norte con Turquía.
Desde el 16 de septiembre, la ofensiva del EI en esta región ha causado centenares de muertos en ambos bandos y 300 mil desplazados, de los cuales 180 mil encontraron refugio en Turquía, según el OSDH (Observatorio Sirio por los Derechos Humanos).
Pero no solo el EI ha iniciado una ofensiva salvaje contra esta ciudad con gobierno autónomo, las llamadas, Fuerzas de Coalición, integradas por Estado Unidos (principal proveedor de armas), Bélgica, Canadá, Jordania, Arabia Saudita, Italia, Holanda Francia, Alemania, Inglaterra, Australia, han bombardeado la ciudad, ayudando así al EI ha penetrar con mayor facilidad y fuerza militar en territorio Kurdo-Sirio, el último bombardeo registrado fue este domingo 12 de octubre.
Además del EI, la Coalición internacional, está Turquía, su papel en esta ofensiva contra Kobane ha sido fundamental, ha cerrado sus fronteras, impidiendo se refugien allí miles de personas que huyen de los intensos bombardeos; no permite entren suministros para las fuerzas que resisten en Kobane, ni ayuda para los civiles. Muchos kurdos están gravemente heridos y cada vez más dentro (de Kobane) y no es posible sacarlos.
Para la ONU la situación en Kobane es preocupante y pide a la comunidad internacional que actúe ante los ataques del estado islámico, pero no pide se actúe contra la Coalición ni contra Turquía, que es parte de ella, pero actúa en diferentes áreas. No lo hace porque EEUU controla la ONU, sus resoluciones son producto de los deseos de Washington (si desean bombardear Irak, la ONU dirá que sí).
La Coalición solo vela por sus intereses no le interesa que Kurdos mueren asesinados, por ellos, por Turquía o por el EI, lo que pretenden es ocupar militarmente cada rincón de este planeta.