La Haya, Holanda.- Unas 15 personas realizamos un performance con música que inició con el sonido de dos caracoles e incluyó la entrega simbólica de un ataúd para enterrar a la justicia.
Pasamos lista a los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y ante nuestra insistencia en la embajada decidieron abrirnos la puerta. Una vez adentro, hicimos lectura de una carta en la que exigimos la presentación con vida de los desaparecidos y que el juicio a los responsables sea por desaparición forzada y no sólo por asociación delictuosa o secuestro. Aprovechamos para reiterar nuestro repudio a la complicidad del sistema de justicia e insistimos en nuestra demanda por una audiencia con el embajador – que se sigue negando a recibirnos.