El día de hoy, lunes de asueto, nos concentramos en la plaza de Colegio Civil, para después hacer una brigada informativa. Eran las 4 de la tarde y la lluvia parecía ser insistente. La plaza se veía vacía, pues todxs buscaban resguardarse del frío que acompañaba la llovizna. Lento pero seguro, comenzaron a llegar personas que asistían a la concentración titulada “Ayotzinapa está en la casa”.
Entre mantas y paraguas, las personas congregadas se mantenían unidas para generar calor y fuerza. Pocos pero con los corazones dispuestos, escuchábamos al compañero que explicaba el recorrido para la brigada, mientras que otrxs compañerxs repartían los volantes y calcas que se entregarían a la gente.
Casi a las 5 de la tarde, partimos de Colegio Civil hacia las calles aledañas. Los puesteros, el Mesón Estrella, las calles Juárez, Morelos, Zuazua, y Washington, vieron caminar al contingente que gritaba los nombres de nuestrxs desaparecidxs y preguntaban “¿Dónde están?”.
- Ayotzinapa
- ¿Dónde están?
- Nuevo León
- ¿Dónde están?
- ¿Dónde están? ¿dónde están? Nuestros hijos ¿dónde están?
La gente nos miraba y con nuestra presencia decíamos “de norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha cueste lo que cueste”. La reflexión y las preguntas transgredieron las pláticas, el eco de nuestras voces se esparcieron y los compañeros normalistas de Ayotzinapa se encontraron con las calles regiomontanas.
Aún quedan días de encuentros, donde seguiremos mirándonos, sintiéndonos, soñando y organizándonos, para poder hacer frente a esta guerra.