Confirman padres de normalistas que la investigación debe profundizarse ante informe del Equipo Argentino de Antropología Forense
- Familiares lamentan respuesta de la PGR a Equipo Argentino de Antropología Forense.
- Familias respaldan a peritos independientes y exigen que se respete su trabajo.
- No hay certeza aún de lo ocurrido, ratifican padres. Exigirán apertura de nuevas líneas de investigación y facilidades a expertos de la CIDH.
México, DF, 09 de febrero de 2015. La información dada a conocer por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirma científicamente que no ha sido establecida la verdad histórica y no puede darse por cerrada la investigación del paradero de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, sostienen padres y madres de los estudiantes víctimas de desaparición forzada.
Las familias, apoyadas en la información hecha pública el 7 de febrero por el EAAF, ratifican que debe profundizarse la investigación y que aún no puede hablarse de verdad histórica en el caso Ayotzinapa. Anuncian que ejerciendo su derecho a la coadyuvancia, propondrán que se agoten líneas de investigación hasta ahora ignoradas.
El 27 de enero la Procuraduría General de la República (PGR) difundió ante los medios de comunicación, sin aviso previo a los familiares, información sobre lo que calificó como la “verdad histórica” de los hechos, de acuerdo a la cual los estudiantes habrían sido asesinados y calcinados en el basurero de Cocula, y sus restos arrojados al río San Juan. Ese mismo día, los padres y las madres de los estudiantes enumeraron 10 puntos por los cuales no era posible dar por concluida la investigación ni aceptar la versión oficial. El primero de esos puntos era precisamente la falta de certeza científica de la hipótesis de la Procuraduría, no corroborada con peritajes independientes.
La verdad histórica no ha sido establecida, puntualizan las madres y padres de los desaparecidos, pues no hay certeza científica de lo ocurrido; siguen prófugos decenas de implicados; no se ha investigado la protección del Ejército a Guerreros Unidos; no hay un solo juicio por desaparición forzada; no se ha investigado la corrupción política de Guerrero; hay denuncias de torturas contra los detenidos y hay versiones contradictorias en el expediente.
Para las familias, la probada existencia en el basurero de Cocula de eventos de fuego previos a septiembre de 2014 y de restos humanos ajenos a los normalistas confirma que la hipótesis oficial no puede considerarse incontrovertible, y señalan que su demanda de justicia y verdad sigue vigente.
Entre las irregularidades destacadas por las familias se encuentra que el EAAF ha enfrentado diversos obstáculos al realizar su trabajo, en sentido contrario al compromiso firmado por el presidente Enrique Peña Nieto. En lo que toca a la investigación, resumen, el Equipo Argentino comprobó eventos de fuego en el basurero de Cocula al menos desde 2010, por lo que no se puede vincular científicamente la evidencia hallada en ese sitio con un solo evento en la noche del 26 de septiembre, como lo propone la PGR, además de que se encontraron en ese lugar restos humanos no pertenecientes a ninguno de los normalistas, como una prótesis dental.
Las y los familiares lamentan la respuesta de la PGR al boletín del EAAF, pues lejos de aceptar las recomendaciones de los expertos internacionales, se cierra al escrutinio público y se niega a aceptar la posibilidad de que existan perspectivas científicas diferentes a la suya, además de que descalifica la opinión experta del Equipo.
Las familias exigen respeto para las y los peritos del EAAF, y ratifican su plena confianza en ellos, pues, señalan, en sus años de trayectoria siempre han actuado con rigor científico. Pidieron a la Procuraduría que someta al escrutinio público y al Grupo de Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos todos los peritajes del caso.
Las madres y los padres de los normalistas sostienen que mientras México no cuente con una institución de servicios periciales profesional e independiente del ministerio público, las investigaciones en casos como el de Ayotzinapa no tendrán credibilidad.
Las y los familiares llaman a la sociedad mexicana a que sigan apoyando su lucha, pues “nuestros hijos son hoy los hijos de un México que, por la violencia incubada en un estado delincuencial, se ha convertido en una enorme fosa común”.