Al EZLN
Al CNI
A la Sexta Nacional e Internacional
A las Comunidades Zapatistas en Resistencia
A los medios libres
A lxs compañerxs que luchan y se organizan desde abajo
Adherentes a la Sexta Barcelona
28 de junio de 2015
De nueva cuenta volvemos a leer con dolor y coraje la denuncia de nuestrxs compañerxs de la Junta de Buen Gobierno de La Garrucha. Es la tercera denuncia de hechos gravesen esta zona en un periodo inferior a un año y la escalada de agresiones contrainsurgentes no deja de ir en aumento.
En Agosto del año pasado integrantes de la ORCAO de Pojkol amenazaron y agredieron a compañerxs del Municipio Autónomo de San Manuel y de los poblados el Egipto, El Rosario y San Jacinto. Invadieron sus tierras recuperadas, realizaron disparos al aire con sus armas, intentaron envenenar a sus animales e hirieron a uno de ellos, tumbaron árboles, dispararon al interior de casas y vehículos de compañeros bases de apoyo zapatista, robaron 7 zontes y 130 kilos de grano de maíz, destrozaron casas y láminas con sus machetes. Destrozaron la cooperativa colectiva, rodearon el poblado de San Jacinto de madrugada mientras 18 paramilitares disparaban al interior de las casas haciendo huir con los puesto a los miembros de este poblado buscando refugio en otro poblado zapatista.
En mayo del presente año, paramilitares del Rosario junto a paramilitares del barrio Chikinival (ejido Pojkol), entraron en casa de un compañero base de apoyo zapatista en el poblado recuperado El Rosario y dispararon en 4 ocasiones a su hija de 13 años de edad con una pistola de calibre 22 sin lograr alcanzarla, al huir ella por la puerta de la casa. El compañero defendió a su hija lanzando una piedra, que alcanzó en la cabeza a su agresor. Este acudió posteriormente, junto a su esposa y 3 hijos, a reclamar 7.000 pesos mexicanos por su curación. La agresión inició en la mañana cuando 28 paramilitares del Rosario llegaron a medir la tierra donde viven los y las compañeras bases de apoyo zapatista.
El pasado 24 de junio, en la mañana, llegaron 28 paramilitares del ejido Pojkol del barrio Chiquinibal, 8 de ellos armados con armas de fuego de calibre 22, en motocicletas y una Nissan sin placas. A los que posteriormente se le sumaron 21 paramilitares más del Rosario junto a un supuesto ingeniero y un ranchero de Ocosingo, de nombre Guadalupe Flores. Después de una reunión entre ellos, procedieron a medir el terreno recuperado donde viven las y los compañeros con el fin supuesto de la construcción de casas y un templo, ese supuesto plano de las mediciones para la construcción fue entregado a los paramilitares. Luego de esto empezó la intimidación directa disparando hasta en 10 ocasiones a la casa de un compañero base de apoyo zapatista, después allanaron la vivienda de dos familias bases de apoyo zapatista robando tas las pertenencias que tenían. En ese despropósito fueron capaces hasta de robar el techo de la casa, 150 kilogramos de frijol y los animales de lxs compañerxs.
Estos hechos alarmantes no son nuevos, durante los muchos años de resistencia y organización del EZLN siempre han sido blanco de las estrategias de represión y contrainsurgencia enmarcados en una lógica de guerra de baja intensidad que van desde el ataque frontal y directo, a las estrategias más sutiles dentro de los planes de “ayuda y desarrollo”.
Estos, aunque pretender ser la cara más “amable” de esta guerra, son igualmente devastadores en su intencionalidad de fracturar el tejido social, comunitario y organizativo, y en como son utilizadas como herramienta de control social y como forma de generar conflictos al interior de las comunidades. Así como la manera que sistemáticamente se está utilizando para despojar de las tierras recuperadas al EZLN.
Esta estrategia global de contrainsurgencia que se enmarca a nivel militar, paramilitar, político, mediático, económico y psicológico pretende romper el proceso de construcción de autonomía zapatista y de ella son responsables todos los niveles de gobierno: Federal, Estatal y Municipal.
En lo referente a la tierra y el territorio, vemos con elevada preocupación que el nivel de agresiones y provocación a las bases de apoyo zapatista no deja de ir en aumento. Sabemos que para los y las compañeras zapatistas las tierras recuperadas en 1994 no solo son un eje fundamental para poder llevar a cabo su proceso de construcción de la autonomía, sino también como la tierra y el territorio son la base de su forma de entender la vida.
Desde el espacio de Adherentes a la Sexta de Barcelona sentimos como propio cada uno de estos golpes, ya que si golpean a los y las zapatistas nos golpean a nosotras también. Manifestamos nuestra indignación y repudio por estos hechos y señalamos la responsabilidad de todos los niveles de gobierno.
Exigimos de manera inmediata el alto total a las agresiones y el fin de la guerra de contrainsurgencia en contra de nuestras y nuestros compañeros zapatistas.
Estamos y seguimos atentos a sus palabras; llamamos a estar a alertas, difundir y denunciar las agresiones y provocaciones contrainsurgentes contra los pueblos zapatistas.
Ustedes les dicen que:
“Nosotros les decimos a esos sin cerebros de allá arriba: nunca nos vamos a dejar de resistir ni vamos a caer en sus trampas, nosotros seguiremos aquí resistiendo trabajando nuestras tierras y construyendo nuestra autonomía.”
Nosotras les decimos a ustedes que acá esta nuestra mano y nuestro paso fraternal y solidario para acompañarles, para seguir aprendiendo y creciendo en colectivo en la construcción de este nuevo mundo posible.
Y a los de allá arriba les decimos que nuestro oído sigue atento y nuestro grito preparado para recordarles que acá estamos, y que no callamos, ni callaremos, ante ninguna agresión al proceso de resistencia y de construcción de la autonomía zapatista.
¡Si tocan a lxs zapatistas, nos tocan a todas!
¡Alto a las agresiones a las comunidades zapatistas!
Salud y Libertad
Adherentes a la Sexta Barcelona