Cuando ponemos atención a los crímenes de Estado de este año podemos observar una constante: nadie resulta responsable y mucho menos castigado, a pesar del sinnúmero de señalamientos hacia particulares o autoridades al final resulta que ya no hay costos políticos… Tal vez nunca los hubo.
Quizá en los “países de la libertad” (si es que existen) por lo menos se remueva a funcionarios de sus cargos y quizá se les lleve a la carcel, en México no.
Aquí por el contrario, se arman grandes versiones que se convierten en teatros o telenovelas que luego son suministrados a la población que sin masticarlos se los tragan y los creen.
Cuando por pura “chiripada” los señalamientos hacia las autoridades son muy “escandalosas” de inmediato se encuentra a quien “echarle la culpa”, es decir, a un (unos o muchos) chivo expiatorio. Si ustedes quieren vean el “caso Tlatlaya”, “caso Ayotzinapa”, “caso Apatzingán”, “caso Ostula”, “caso Narvarte”… Y mucho más importante: VEAN LO QUE PUEDE PASAR sobre la persona de PADRES Y ESTUDIANTES DE Ayotzinapa, sobre el resto de perseguidos del país como WENDY Y BRYAN, los dirigentes de XOCHICUAUTLA, etc., etc.
Pero eso no es lo peor. Lo lamentable en todo esto es cuando se logra “hacer creer” que los únicos culpables de lo que sucede son las propias víctimas.
O será que nosotros entendemos cosas muy distintas a ellos; será que “malinterpretamos” el lenguaje y los actos del gobierno… ¿Será que de plano estamos muy jodidos y que “en todo buscamos lo malo”?
Aquí les dejo un link sobre algunos conceptos clave para entender de qué hablan las autoridades: http://www.proceso.com.mx/414000/2015/08/28/diccionario-para-comprender-a-las-autoridades-mexicanas