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Hoy se celebra en México el grito de Independencia, pero nosotros no los vamos a festejar porque no es un acontecimiento festivo. No, nosotros lo vamos a conmemorar en la misma forma en que lo hizo Miguel Hidalgo y Costilla hace 205 años: dar inicio a la verdadera guerra de independencia del pueblo de México. Y urge una verdadera guerra porque México, nuestro querido México está sangrando. Y está herido porque el gobierno, los hombres y mujeres que deben velar por nuestros intereses no lo hacen. En lugar de servir al pueblo, entregan la riqueza del país a los extranjeros. Y cuando exigimos justicia, nos encarcelan, nos matan y nos secuestran. Por esas razones, igual que hace 205 años, los mexicanos y las mexicanas deben debemos salir a la calle, no a celebrar sino a derrocar al gobierno.
Mientras el pueblo de México sufre salarios de hambre, los representantes de los intereses del pueblo se asignan montos millonarios. Un diputado gana más de 2 000 000 de pesos. Los jueces de la Suprema Corte de Justicia, no harán nada por impartir justicia porque los han callado con los salarios estratosféricos que perciben: 6 118 837 pesos al año. Mientras tanto el salario mínimo en México, en 2015 es de 68.28 pesos al día. ¿Queremos honrar a nuestros héroes? ¡Entonces salgamos a la calle, pero no a celebrar nuestra pobreza, sino a deshacernos de este gobierno corrupto!
Cuando EPN accedió el poder, empezó a pasar leyes que poco a poco dieron la propiedad de nuestros recursos a las grandes compañías nacionales y extranjeras. El congreso no hizo nada. Y no lo hizo porque fue sobornado por EPN y sus aliados. El PRI, por ser mayoría, se adjudicó 1 376 000 000 de pesos, mientras Morena, que tiene la menor representación, le correspondió 120 000 000. El sistema político en su totalidad es responsable de la situación que vive México. Por esa razón, nosotros y nosotras debemos crear formas alternas de gobierno. ¡Y lo primero que debemos hacer es repudiar al gobierno de EPN y todo el sistema político! ¡Debemos darle el poder al pueblo!
Nuestros hermanos y hermanas están siendo asesinados por las fuerzas policíacas y militares. Con el pretexto de combatir el narcotráfico, el gobierno se ha ensañado con el pueblo. Y lo ha hecho como nunca en la historia de nuestro país. En sólo cinco años, ha habido más de 80 000 muertos, más que en ningún otro lugar del mundo. EPN ha gastado 3 500 000 000 millones de dólares en la compra de equipo militar para destruir las organizaciones criminales. Pero esas armas, en la realidad, las ha usado contra el pueblo. ¿Vamos a permitir que siga dirigiendo el destino de México un gobierno asesino del pueblo? ¡No permitamos que se siga masacrando a nuestros hijos, hermanas, padres y madres!
Las cárceles están llenas de hombres y mujeres que han decidido enfrentar tanto a los criminales como al gobierno. Nunca antes ha habido una cantidad tan enorme de presos políticos. Representantes de organizaciones populares, líderes de policías comunitarias están ilegalmente detenidas a lo largo y ancho del país. Y su encarcelamiento es una evidencia más de que el gobierno no desea lo mejor para nosotros. Y por esa razón lo debemos considerar como nuestro enemigo.
Finalmente, tenemos los desaparecidos. Sólo en los últimos 8 años ha habido más de 30 000 desaparecidos. Las bandas criminales, igual que las fuerzas policiales y militares, desaparecen a niños, niñas, hombres y mujeres jóvenes sin que nadie los detenga porque la impunidad existe en todos los niveles del gobierno. No tenemos más que a nosotros mismos para defendernos.
Y en el aniversario de la desaparición de 43 hermanos normalistas, debemos exigir justicia de una vez por todas. Ahora que se ha demostrado la participación directa del gobierno en la desaparición de estos aspirantes a maestros, ¿qué más tiene que suceder para que hagamos algo? No permitamos un solo desaparecido más! ¡No permitamos más sufrimiento y destrucción de nuestras familias! ¡Ya basta! ¡Y exijamos la presentación de todos los 30 000 hermanos y hermanas con vida! ¡Y empecemos con la presentación de los 43, porque vivos se los llevaron y vivos los queremos!
En este 15 de septiembre, honremos a nuestros héroes y a nuestras heroínas. Y la única forma de honrarlos es emular sus acciones. El lento sangrar que sufre México tiene que parar. ¡Pongámosle un alto a este genocidio!
¡Salgamos a la calle pero no a celebrar la corrupción, la impunidad, los asesinatos, las desapariciones forzadas! ¡Salgamos a la calle a exigir justicia! ¡Y lo justo es derrocar a este gobierno espurio y elegir un gobierno del pueblo!
Luis Villanueva R.
