Contra el capitalismo: la acción descentralizada. Medios libres – medios de paga Versión 3.0

A un año del debate sobre los medios libres, abierto por las intervenciones de los Subcomandantes Galeano y Moisés el 10 de agosto de 2014, compartimos algunas reflexiones sobre el quehacer de nuestros espacios y medios de comunicación. Al compartir y trabajar en colectivo, hemos ido tejiendo redes, prácticas y solidaridades colectivas que permiten hablar de un florecimiento de los medios libres: al lado de los espacios ya existentes, nacen múltiples experiencias de comunicación libre, y junt@s amplificamos la lucha contra la mentira y la muerte que el capital y sus sirvientes imponen. Además, los medios libres están siendo impulsados por el cierre arbitrario de los escasos espacios críticos existentes en los medios comerciales y la criminalización de la profesión. En México, la represión se acentúa y l@s integrantxs de los medios libres no escapan a ella, por lo que una de las tareas vitales es reforzar y ampliar las redes de respuesta frente a la violencia, las detenciones y los secuestros. En este texto revisitamos nuestras ideas generales sobre los medios libres y proponemos la creación del Sistema de Información de la Resistencia (SIR) como un paso adelante en la coordinación de nuestros espacios y una invitación para que los participantes directos de las luchas hagan parte de las tareas informativas tan urgentes y necesarias contra la guerra de exterminio que estamos padeciendo.

Primera parte: los muchos modos de ser medios libres

1. ¿Por qué somos diferentes de los medios de paga?

Medios libres – Medios de paga establece una diferencia entre quienes reciben remuneraciones y venden la comunicación y quienes comunican como una forma de construir otro mundo, otra sociedad.

Los medios de paga hacen de la comunicación una mercancía, un medio para generar ganancias mediante empresas mediáticas. Estos medios reproducen la organización capitalista de la comunicación en su esencia: la contratación de asalariados, el objetivo de lucro, la dependencia respecto del poder del dinero. Esta organización en “empresas mediáticas” permite una importante generación de mensajes que, sin embargo, no llegan, ni todos, ni completos, al público consumidor de información y conocimientos. Esta es una de las principales debilidades de los medios de paga: sólo emiten los mensajes que son rentables, la información y el conocimiento pueden ser deformados por las empresas mediáticas, pues su monopolio les permite mentir y seguir obteniendo ganancias. El silencio también genera ganancias: en una relación mafiosa con los poderes políticos, los medios de paga venden el no comunicar ciertos eventos. Deformación, manipulación, mentira y silencio son las prácticas comunes de los medios de paga.

2. Un horizonte para los medios libres

Los medios libres, entendidos como aquellos que han desterrado la relación básica del capitalismo, a saber, el convertir la comunicación en mercancía que genera ganancias, buscan formas no capitalistas para generar informaciones y conocimientos. Cuatro son las prácticas que han abierto camino a los medios libres hacia una organización no capitalista: la reapropiación de las tecnologías, la independencia respecto de los grandes proveedores de servicios de comunicación, la independencia respecto del Estado, y una relación directa con la sociedad. Esas prácticas crean un “ritmo interno” que va modelando cada medio libre, ocupado en construirse de manera autónoma más que en figurar o participar en las coyunturas. A los medios libres no nos manda la lógica de la “eficiencia” mediática, situada en los tiempos de la inmediatez, sino que nos creamos a partir del diálogo: la relación salarial propia de las empresas mediáticas es sustituida por la construcción de acuerdos, de colectivos y de prácticas consensuadas sobre qué, cómo y quiénes comunican.

Construimos comunicación dialogando con las y los que luchan. Hasta ahora, nuestra principal función ha sido la de testimoniar: nos organizamos para que la palabra de los que estamos luchando vuele lejos y quede constancia de nuestras búsquedas de un mundo mejor. No habría medios libres sin nuestra participación directa en las luchas sociales: las personas que formamos los medios libres somos parte de la lucha no sólo porque estamos liberando la comunicación sino porque oponemos la gratuidad a la compra y venta que hacen las empresas mediáticas.

3. Contra la mercantilización de la comunicación

Otra diferencia sustancial con los medios de paga es que los medios libres estamos por la libre circulación de las informaciones y los conocimientos: el copyright es el otro extremo de la cadena capitalista y por ello, nos esforzamos en colectivizar tanto los resultados de nuestra actividad como los medios para crear comunicación. Cualquier práctica que limite la comunicación juega a favor del capitalismo. Si el diálogo y la diversidad son los colores de nuestro mundo, debemos favorecer la libre circulación de los mensajes y la difusión de las tecnologías que nos permiten comunicar. No combatimos al monopolio mediático creando un “label-medios libres” sino a través de la liberación de la comunicación: libre circulación de la palabra y las informaciones, libre acceso a los medios de comunicación. En este camino, buscamos dejar de ser medios y convertirnos en espacios de comunicación libre y directa donde se crean las condiciones para suprimir las especializaciones y potenciar el diálogo social.

4. ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante los trabajadores de los medios masivos de comunicación?
La idea de que esos trabajadores son mercenarios al servicio de las empresas mediáticas es una primera aproximación que nos sirve para desterrar los protagonismos en los medios libres. Sin embargo, si nos quedamos en esa sola afirmación, perdemos de vista que, como el resto de los trabajadores, la mayor parte de los profesionales de la comunicación están sometidos a la precariedad, las malas condiciones de vida y en particular a los riesgos que representan tanto el crimen organizado como los gobiernos autoritarios y criminales. México se ha convertido en uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo. La organización Artículo 19 ha documentado 88 asesinatos de periodistas de 2000 a agosto de 2015. Por encima de esa gran mayoría de comunicadores profesionales están los capos de la verdad (López Dóriga, Alatorre, etc.) y sus amos, los empresarios dueños de los medios masivos de comunicación (Slim, Azcárraga, Salinas Pliego, etc.): esos son nuestros enemigos. Con los trabajadores de la comunicación debemos tratar de tejer lazos solidarios e intercambios de saberes que enriquezcan y amplíen las experiencias autonómicas en los medios libres. Los ataques a l@s periodist@s y a los medios libres crean un terreno de acción común en contra de la violencia institucional.

Segunda parte: Lo que proponemos

1. Necesitamos enlazarnos, y ello lo podemos hacer mediante:
a. El intercambio de materiales: se trata de hacer ágil el acceso a los materiales que creamos así como apoyarnos mutuamente en su difusión.

b. Crear espacios y modos de intercambio de conocimiento. Mejorar las formas en que creamos y compartimos conocimientos. Enriquecer los espacios mezclando diversas formas de expresión (por ejemplo, sumar video al audio y viceversa, crear versiones impresas de contenidos electrónicos, etc).

c. Crear redes de respuesta y seguimiento ante hechos represivos.

d. Vías seguras de comunicación entre nosotros: proponemos comenzar por trabajar el anonimato y la encriptación de nuestras comunicaciones en la red

2. Enlazarnos sobre la base del respeto y reconocer las diferencias en el trabajo.

La acción descentralizada necesita del respeto a las visiones y prácticas de l@s otr@s como punto de partida para relaciones sanas y creativas. En lugar de desgastarnos en discusiones interminables y generalmente estériles, proponemos el florecimiento de las ideas y las prácticas de tod@s los espacios e individu@s. Rescatar lo que tengamos en común y dejar que sea la práctica la que señale lo que sirve para hacer avanzar la lucha contra el capital. Debemos huir de las recetas y reconocer las diferencias que representa el contexto social en el que actuamos: reconocer que en las ciudades existe un mayor acceso a los medios materiales pero padecemos un aislamiento mayor, en tanto que en las comunidades hay relaciones más cercanas pero muchas veces se tienen menos medios técnicos y de comunicación.

3. Privilegiar la construcción colectiva y el anonimato.

No dar paso al protagonismo, sino buscar formas para “que pese más la información que quién la produce” y establecer plataformas de difusión colectiva. Proponemos alejarnos cada vez más de la lógica de los medios de paga que privilegian la individualidad del “comunicador” o de ciertos colectivos por encima de la chamba conjunta de los medios muy otros. El debate sobre imitar o no a los medios de paga por lo que tienen de alcance masivo e influencia social, está abierto. Nuestra postura es que los medios de comunicación deben tender a desaparecer para que sean las y los luchadores sociales quienes elaboren y colectivicen las informaciones y conocimientos.

4. Construir nuestra autonomía

La reflexión zapatista nos deja también con la tarea de pensar y construir primero la supervivencia de los medios libres y luego la autonomía. En general, nuestros espacios de comunicación han crecido como actos de dar: de entrada hemos expulsado de nuestros espacios tanto al trabajo asalariado como al dinero: nunca hemos cobrado por hacer una entrevista, por abrir los micrófonos a alguna lucha; nunca hemos recibido dádivas ni patrocinios: nuestro espacio se mantiene del trabajo colectivo, de nuestras cooperaciones voluntarias y de donaciones desinteresadas. Pero el capitalismo y su hijo predilecto, el dinero, regresan constantemente por la ventana: aunque nosotras no tenemos paga ni vendemos nuestro hacer, los equipos, el internet, los transportes, la comida y el largo etcétera que es nuestra vida cotidiana, nos obliga a conseguir dinero para hacer frente a la necesidad de contar con los medios e infraestructuras para la comunicación. Quedemos por ahora con esa pregunta abierta ¿cómo puede ser autónomo un medio libre?

La guerra de exterminio y la crisis social que vivimos exigen que pongamos por delante el trabajo colectivo y lo que nos une. Proponemos trabajar en colectivo para consolidar y ampliar las tareas de los medios libres, en una perspectiva de que nazcan espacios de comunicación libre por todo el país y seamos capaces de enlazar a los pueblos que en México y el mundo luchan contra el monstruo capital. Nuestra radio se declara lista y toma su lugar en esta lucha que es, sin duda, una de las más importantes de los tiempos actuales.

Tercera parte: construyamos el Sistema de Información de la Resistencia (SIR)

En su texto Medios, tercios, cuartos, el Subcomandante Galeano propuso una tarea histórica para la organización revolucionaria: derribar el edificio completo del capitalismo, hasta los cimientos, y construir otro pero horizontal. En esta tarea es esencial el saber dónde golpear y cómo golpear. Intentando trasladar estas ideas a las prácticas de los medios libres lanzamos esta modesta proposición que busca combatir uno de los nodos del poder de los medios de paga: la especialización.

Los medios de paga concentran la “información” sobre nuestras sociedades y la transmiten de modo parcial, deformado y mentiroso. Uno de sus grandes poderes es contar con los recursos para conocer lo que está pasando dentro del país y en todo el mundo. Los medios libres en cambio, tenemos una palabra apegada a las luchas pero nuestro alcance, a pesar de las redes, es limitado porque somos pocas personas actuando frente a lo gigantesco de la tarea por realizar.

El Sistema de Información de la Resistencia (SIR) es una propuesta para hacer trabajo colectivo y generar redes de información de las luchas sociales en México y el mundo. Siguiendo la experiencia de las luchas sociales que han creado sus propios espacios de comunicación, como es el caso del EZLN, del CGH de la UNAM, de las comunidades indígenas por todo el país, proponemos la creación de una red de MENSAJES que permitan conocer y difundir lo que pasa y lo que se hace en la geografía de las luchas sociales. Pensamos que el impulso que el EZLN y diversas comunidades en lucha han dado a los medios libres, ha creado las condiciones mínimas para crear una red como la que proponemos.

La propuesta es:

1. Invitamos a los luchadores sociales, activistas, rebeldes, vecinos organizados, a redactar un párrafo, una página, un texto, un cartel, una foto, un video, sobre el tema que queremos comunicar. Para la libre expresión no hay sucesos o pensamientos que sean más importantes que otros. Lo que se busca es romper la incomunicación en que vivimos y para ello es tan valioso el contar el apañón en el barrio como la ocupación de tierras o la lucha en las barricadas.

2. Grabarlo con cualquier medio al alcance: desde el papel y el lápiz hasta el teléfono celular, grabadora, computadora, cámara. En el caso de los mensajes en audio están los buzones de los medios libres (el de la Ké Huelga es el teléfono 52 55 84 214 102). Para otro tipo de materiales está nuestro correo electrónico kehuelga@kehuelga.net

3. Hacer circular tu mensaje a través de: fotocopias, un periódico mural, un correo electrónico, un sitio de facebook y/o entrando en contacto con los medios libres. Por nuestra parte, nos comprometemos a incluir en el sitio internet y en la programación de nuestra radio todos los mensajes que nos hagan llegar.

Si cada lucha social en el país realizara ese trabajo colectivo, tendríamos un material suficiente para retratar la realidad de nuestras luchas y, por ese medio, fortalecer los lazos entre organizaciones, colectivas e individuas en movimiento.


Algunas indicaciones iniciales:

Para que la información pueda comunicar necesita de ciertos elementos que no pueden faltar: indicaciones de tiempo y de lugar (cuándo, dónde); indicaciones de qué se habla (qué pasó) y de quién lo hizo (quién). Esos cuatro elementos permiten entendernos: cuándo, dónde, qué y quién son el mínimo para que un mensaje sea comprendido por quien lo recibe. El resto vendrá poco a poco…

Posdata. Como modesta proposición, el SIR es apenas una idea para la lucha y tiene como fundamento una de las prácticas con la que los medios y espacios libres de comunicación hemos agrietado el muro de la comunicación de paga: la acción descentralizada. Se trata de liberar la creatividad y que surjan escuchas, relatoras, retransmisoras de todo tipo y por todas partes, con los medios que cada cual tenga al alcance. Lo que da sentido a este trabajo colectivo es el objetivo común: dar a conocer el rostro de nuestras luchas, eso sí, cada quien a su modo. Nuestro mundo es el de la diversidad…

Ké Huelga Radio

libre, social y contra el poder

Octubre de 2015

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