Aquí nos ves, Cabañas, muchas veces aún sin entenderte.
Asumiendo solo la necesidad de estar. La necesidad de luchar y manifestar que acá abajo hay un pueblo que con frecuencia olvidan.
Por esta que fue tu escuela han pasado después de ti muchas generaciones. Todas de diferente tipo y metas. Algunos te vieron solo como el maestro y como maestros actúan en sus comunidades dándole educación a los niños. Otros han hablado de ti como el dirigente y guerrillero y como tales actuaron y probablemente siguen actuando. Otros más te tienen como el enemigo ya desde estas aulas y han dedicado su estancia a quebrar el funcionamiento de esta escuela, a implantar la flojera, la corrupción y otros males.
Algunos, y solo algunos, hemos tratado de seguir lo mejor de ti. HEMOS DECIDIDO SER, HACER Y ESTAR CON EL PUEBLO. Aunque ya de manera distinta a como tú lo hiciste. Ahora Cabañas, déjame ser honesto y decirte que los tiempos han cambiado y hemos tenido que sobrevivir a contracorriente. Porque hay quienes nos estigmatizan gracias a pronunciar tu nombre.
Llegamos a entender que lo que buscaste son cambios en favor del pueblo. Y eso es lo que buscamos nosotros.
Aunque hoy en día todo mundo va hablando de cambios sin especificar si son en beneficio de un grupo específico o de todo un pueblo. Es más, cuando hablamos de cambios profundos y duraderos algunos nos dicen revoltosos, comunistas, guerrilleros, soñadores, populistas y hasta narcos. Y qué más da. Que digan lo que digan. Para nosotros eres y serás, tú y los cientos y miles que lucharon junto a ti, ejemplo de dignidad y de resistencia.
Y debes saber LUCIO CABAÑAS BARRIENTOS, que ese día que en el Otatal libraste tu último combate lo recordamos siempre…. Con la misma fuerza con que recordamos el 26/09/14.