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Abu-Jamal vs Kerestes: Secretos de estado descubiertos en audiencia

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Según informes enviados por Noelle Hanrahan de Prison Radio, la audiencia de tres días realizada en el tribunal federal del juez Robert Mariani en Scranton, Pensilvania, para determinar si Mumia Abu-Jamal recibirá tratamiento para Hepatitis C, o no, terminó el miércoles 23 de diciembre con una escandalosa revelación.

A partir del viernes 18 de diciembre, la Corte ya había escuchado los testimonios de Mumia (por video), quien habló “de manera estoica” sobre una parte de lo que había vivido; del testigo del Departamento de Correcciones (DOC), Dr. Schleicher, un dermatólogo obligado a reconocer que no administró un examen necesario y que no sabía mucho de la Hepatitis C;  del Dr: Joseph Harris, quien estableció que las nuevas drogas anti-virales son claramente el estándar de atención médica prevaleciente;  y de las compañeras Johanna Fernández y Suzanne Ross, quienes dieron detalles sobre las síntomas devastadoras de Mumia que observaron durante sus visitas (palabras arrastradas, piel de elefante, grietas sangrientas en la piel sobre 90% de su cuerpo, debilidad extrema, hinchazón de las piernas y pérdida de la agudeza mental), y destacaron la inocencia e injusto encarcelamiento de Mumia y los esfuerzos del Estado a callarlo.

En las últimas horas de la audiencia del miércoles, el Dr. Paul Noel, Director de Medicina del Departamento de Correcciones (DOC) del Estado de Pensilvania dejó boquiabierto al juez Mariani y otras personas en el salón al decir que la declaración jurada con su firma, presentada por la abogada del  DOC, no era suya. Es decir, la abogada Laura Neal, a sabiendas, había presentado falso testimonio en el párrafo 21: información errónea que los niveles de la carga viral de Hepatitis C debe determinar el tratamiento para Abu-Jamal.

Esta falsedad fue seguida por otra cuando el abogado de Mumia, Robert Boyle, invitó en la repregunta al Dr. Noel a reconocer que el párrafo 10 también era falso. El párrafo dice que el único especialista sobre enfermedades infecciosas que haya examinado a Mumia, el Dr. Ramón Gadea,  descartó la Hepatitis C como una posible causa de las extremas erupciones de piel sufridas por el paciente.  En realidad, el historial médico de la reunión del pasado 9 de septiembre entre Mumia y Gadea revela que el Dr. Gadea dijo que en su opinión, la Hepatitis C podría ser una causa secundaria de las erupciones y que después de eliminar la posibilidad de una condición reumatoide, el tratamiento para Hepatitis C sería indicado.

En su testimonio, el Dr. Paul Noel, dijo que hay 63% de probabilidad de que Mumia Abu-Jamal tenga cirrosis. Dijo que ya tiene una fibrosis notable, una anemia crónica, y un bajo nivel de plaquetas sanguíneas, además de su severa afección de la piel.

Boyle le preguntó: “¿No está claro que Mumia Abu-Jamal debe recibir tratamiento para Hepatitis C?”

“No está nada claro,” contestó Noel.

¿Y por qué no? El día anterior, el abogado de Mumia, Bret Grote, en la repregunta al Administrador de la enfermería, el Sr. Steinhart, descubrió que existe un documento que el DOC había intentado ocultar: un protocolo para Hepatitis C desarrollado durante casi dos años. A petición de Grote, el juez inmediatamente ordenó que el DOC presentara el documento en la audiencia mientras Prison Radio presentó una solicitud para hacerlo público.

El documento revela que solo cinco presos con Hepatitis C están recibiendo tratamiento ––una pequeña fracción de por lo menos 10,000 presos en el estado de Pensilvania que tienen Hepatitis C activa. Nadie recibió tratamiento durante los 22 meses cuando estaban desarrollando el protocolo. El protocolo recomienda “monitorear a los presos” y “negarles tratamiento” hasta que estén “suficientemente enfermos”. Se considera que en por lo menos mil casos, la enfermedad es crónica y/o el preso tiene cirrosis o fibrosis del hígado.

El protocolo para “recibir consideración para tratamiento para Hepatitis C” es una endoscopia de la garganta para determinar si existe un riesgo inmediato de que los vasos sanguíneos en la garganta se revienten. Esto sería evidencia de cirrosis y una indicación de que el paciente está “suficientemente enfermo”.

Después de que el testigo experto del DOC, el Dr. Jay C. Cowan, dio su testimonio en la audiencia, el abogado Bob Boyle le preguntó: “Si usted trabajara en su propio consultorio y tuviera un paciente con alta probabilidad de cirrosis, ¿le daría tratamiento con las nuevas drogas anti-virales de acción directa?”

Cowan le contesto: “Si él podría pagar la cantidad de US$90,000 por el tratamiento”.

El abuso de las empresas farmacéuticas es un factor en este nuevo atentado contra la vida de Mumia Abu-Jamal. Pero según la ley, el alto costo del tratamiento no es motivo suficiente para negarle tratamiento a un preso. Hace falta un motivo médico para hacerlo y no existe uno. La defensa ha establecido la indiferencia deliberada del DOC a la salud de los presos y, en particular, a la vida de Mumia. Ahora considera que la respuesta de Cowan podría llevar a un dictamen que ordena tratamiento para Mumia con las nuevas drogas anti-virales que le podrían salvar la vida. ¿El juez Mariani tendrá el valor de hacer lo correcto?

Dentro de tres semanas las transcripciones de la audiencia estarán disponibles y dentro de seis semanas los dos lados entregarán sus escritos finales. Mientras tanto, Mumia Abu-Jamal llama a la prestación de atención médica a los miles de presos y presas que lo necesitan.

Resumen/traducción : Amig@s de Mumia de México

Foto: Orie Lumumba

https://amigosdemumiamx.wordpress.com/2015/12/24/abu-jamal-vs-kerestes-secretos-de-estado-descubiertos-en-audiencia/

Ver más información en inglés: www.prisonradio.org

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