Previo a cumplirse un año, allá por el 24 de septiembre de 2015, muchos y muchas recordarán que familiares de nuestros #43 se reunieron por segunda vez con Enrique Peña Nieto y parte de su equipo. (La primera reunión fue el 29/10/14).
La reunión se celebró luego del informe que dieran a conocer los expertos de la CIDH, es decir, el GIEI, con fecha 06/09/15, mismo que contrastó y derrumbó la “verdad histórica” de Murillo Karam de aquel 27/01/15.
En esos días los padres de familia habían empezado, (aún no terminaban) un pequeño Ayuno-Plantón de 43 horas en el Zócalo.
Pocos saben del comportamiento terrible del ilustrísimo presidente mexicano, aunque seguro lo imaginan. Pues la reunión fue de lo más fría que puedan imaginarse. La cara bonita que a muchos y a muchas les hizo votar por él, era de completa intolerancia, ya no digamos la de Galindo, Enrique Miranda y el resto.
Una de las elocuentes frases que usó el ilustrísimo, como respuesta a los reclamos de padres y madres fue: “mi gobierno, lo vean o no lo vean, y disculpen la expresión, les guste o no les guste, está trabajando”.
Por cierto, en esta reunión los familiares no le aceptaron ni la botella de agua que ofrecieron. Al final de cuentas lo que queríamos era que los expertos (GIEI) siguieran en México indefinidamente, o sea, hasta resolverse el caso, aunque como saben, ese gobierno que “nos guste o no, está trabajando”, sólo permitió seis meses más de estancia al GIEI. Lo que no anuncia nada bueno.
Ese mismo gobierno, supongo, toma los diarios todos los días, escucha de sus asesores las malas y “buenas nuevas” y, con el cinismo que le es propio, le contesta al New York Times y a cualquiera que lo increpe, lo mismo que le contestó a los familiares de Ayotzinapa.
Es decir, lo que en términos de pueblo yo he repetido tantas veces en varios lugares y ante distinta gente: “¿Y QUÉ?” Pues eso es lo que me imagino que nos dice el Estado en respuesta a nuestra lucha y reclamos, lo que seguramente sienten otros y otras, miles en México y en el mundo, “¿Y QUÉ?” que en lugar de agüitarnos, lo asumimos como un reto y nos hace cerrar los puños con más fuerza y decirle, ya no lo que dice el débil frente el fuerte en pelea de pueblo (callejera), sino algo que cobra un significado distinto pues lleva causa y lleva dignidad: “VENGA PUES, ÉNTRALE, SÉ QUE ME VAS A GANAR, PERO AUNQUE SEA UN GOLPE MÍO TE VAS A LLEVAR”.
Aunque a decir verdad, gracias a la dignidad de los miles que somos, hoy en día a EPN le llueven golpes por todos lados JAJA
Saludos a todos y todas.
El tiempo pasa, la lucha sigue, nuestra fuerza también sigue.
Año nuevo, fuerza nueva, esperanza nueva.
¡¡PORQUE VIVOS SE LOS LLEVARON!!
¡¡VIVOS LOS QUEREMOS!!