Lyon, Francia. 7 de enero de 2016 x Machaka
Todavía quedaba rosca de reyes en las mesas mexicanas cuando por la mañana del 7 de enero de 2015 el mundo se conmovió con la noticia del atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo. Según la historia oficial, al grito de “Allahu akbar”; dos hombres enmascarados mataron 12 personas e hirieron a otras 11 al irrumpir por la fuerza a las instalaciones del “journal hebdomadaire”. Entre las 12 personas muertas se encontraban Charb, el director del periódico, su escolta y un policía que fue asesinado a sangre fría en la banqueta durante la huida de los atacantes.
Inmediatamente la Republique echó a andar el denominado “plan vigipirate”; sistema nacional de alerta en Francia, creado en 1978 por el presidente Valéry Giscard d’Estaing. Como su nombre lo indica es la contracción de las palabras vigilancia y pirata. Tal vez un nombre más adecuado sería vigiterror o vigimigrante pero al parecer a los gobernantes franceses les gusta recordar las épocas en que las flotas imperiales tenían que aumentar la seguridad en sus barcos y aumentar los elementos de su armada para poder salir sanos y salvos del Caribe, infestado de tiburones y piratas.
Después del 12 de enero del 2015, la “Operation Sentinelle” fue decidida por FrançoisHollande, un gordito glotón y mujeriego, mejor conocido en el mundo por ser el actual presidente de Francia. Esta operación denominada centinela es la respuesta del ejército francés a los ataques terroristas, más de 10 mil militares repartidos entre la capital y el resto del país refuerzan o asumen el mando del operativo policiaco de vigilancia iniciado por vigipirata. Este plan, con nombre de comic de Marvel, cuesta 1 millón de euros al dia y da protección sobre todo a sinagogas, estaciones de tren y lugares turísticos.
El viernes 13, más de 300 millones de euros más tarde, un comando terrorista volvió a hacer de las suyas en las calles de Paris, los miles de policías y militares no sirvieron para gran cosa. Salvo en las cercanías del Stade de France, donde sólo hubo un muerto civil, tanto en las terrazas de los bares de Republique como en el Bataclan las muertes se contaron por decenas. El plan vigipirata que ya había entrado en la cotidianeidad burocrática de la gente retomó fuerza y aumentó asi la deliria colectiva. En las universidades, por ejemplo, edificios enteros eran vaciados por bomberos y policías cada vez que un frito o frita estudiante olvidaba su mochila en algún lugar. Y obviamente eso pasa seguido…
A mediados del 2015, entre la primavera y el verano, el Parlamento francés votó la “Loi de renseignement” una copia y calca de la ley patriota gringa aprobada después del 11 de septiembre. La tal ley le da poderes casi absolutos a Manuel Valls, bélico derechista que presta sus buenos oficios de primer ministro al gobierno socialista. La vigilancia masiva, practicada desde mucho antes, adquiere así un carácter legal y legítimo ante la amenaza terrorista. La televisión se llena de merolicos parlantes que justificarán retóricamente la necesidad de la medida.
Entre noviembre y diciembre del año pasado, la masacre del viernes 13 servirá como pretexto para prohibir todas las manifestaciones en torno a la COP 21; la reunión anual de presidentes del mundo y corporaciones trasnacionales en donde se deciden los nuevos protocolos y leyes que permitirán a los grandes contaminadores seguir destruyendo el planeta. A pesar de la prohibición de manifestarse, miles de personas tomaron las calles de Paris sólo para enfrentarse cara a cara con las fuerzas del orden que ejercieron como mejor saben la represión policial de la República, que muy precavidamente había hecho saber poco antes a la comisión europea que durante el estado de urgencia los derechos humanos no aplicaban en territorio francés, por lo menos hasta febrero del año entrante…
2016 se anuncia como un año difícil para las y los franceses. Las elecciones pasadas trajeron como sorpresa navideña un cambio en el tablero político galo, el Frente Nacional, partido de ultraderecha ligado en su origen el fascismo italiano heredero de Mussolini, se ha vuelto el primer partido político del hexágono, como suelen llamar cartesianamente los franchutes a la Francia. No por nada a finales del 2015 las librerías recibieron una nueva BD, Bande Dessinée, comic o novela gráfica pues, titulada “La Presidenta”; la tal bd cuenta los primeros 100 días de gobierno de Marine Le Pen. El escenario catastrófico-distópico está aderezado con el triunfo de la ultra-derecha en Grecia y la presidencia de Pablo Iglesia (sic) en España. Salida del Euro, expulsión de migrantes, en fín, la capacidad de construcción del futuro inmediato como posibilidad apocalíptica es alucinante….
En fin, la triste realidad del presente es que todas las inversiones que el gobierno socialista hace en seguridad y bombas se traducen en recortes presupuestales a todas las áreas sociales del gobierno, el desempleo aumenta y la sociedad francesa es una sociedad muy acomplejada con el tema del trabajo. Y, mientras las bombas caen y caen en Siria, miles y miles de migrantes continúan entrando en Europa, desafiando al infierno del invierno y el racismo del viejo continente, ya que con todo y la crisis civilizatoria de la modernidad occidental; el centro y su psicosis delirante siguen siendo mejores que la periferia y su guerra continua e interminable….
Pero no todo es horrible, el invierno está lejos de ser crudo e incluso los retoños florecen, la ZAD en Notre-Dame-des-Landes sigue en pie y a pesar de las expulsiones y la represión, el experimento anarco-ecologista de la Zona A Defender sigue haciendo soñar a los franceses que no aceptan las ilusiones ópticas de la política francesa con lo que podriamos definir como una especie de mix a la europea entre los caracoles zapatistas y la lucha del Frente de Pueblos en San Salvador Atenco. También siguen en pie y resistiendo decenas de okupas, tomas y squats que en muchos casos sirven de refugio a migrantes de todas partes del mundo y que se vuelven verdaderas torres de babel que imaginan una nueva Europa que renace de entre la podredumbre de la vieja…
Hasta pronto…
Continuaremos…
