San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 4 de febrero de 2016.- Manuel Martínez Jiménez es el nombre del presidente municipal de Zinacantán, quien el 9 de diciembre pasado encabezó el ataque armado que desplazó a 46 personas de 9 familias adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona de la comunidad de Shulvó. Si no lo conoce, acá está su retrato, que en una manta puede verse en el plantón de los desplazados de Shulvó en la plaza de la resistencia, al lado de la catedral.
Ninguna ley dice que que un presidente municipal pueda coordinarse con funcionarios de una paraestatal, la CFE en este caso, y que pueda hacerse acompañar de civiles armados, para desplazar forzadamente a ciudadanos pacíficos. Al contrario, diversas legislaciones y convenios internacionales suscritos por México condenan el desplazamiento forzado y lo tipifican. A pesar de ello Manuel Martínez Jiménez desplazó forzadamente a 9 familias, que desde ayer están en plantón en la plaza de la resistencia en el centro de esta ciudad. Aquí hoy empezó la lluvia y bajó fuertemente la temperatura, las familias desplazadas adherentes a La Sexta duermen en el piso, mientras Manuel Martínez Jiménez dormirá seguramente en una cama mullida. Es así como en la cotidianidad se materializan las estrategias y tácticas contrainsurgentes en Chiapas.
El frío está recio, pero no impide que niños, niñas, papás, mamás, abuelos y abuelas se sostengan en este plantón exigiendo el retorno inmediato a la comunidad de Shulvó en Zinacantán, que está atrás del Huitepec, el cerro de las antenas que se ve al poniente de esta ciudad.
Las familias expulsadas de Shulvó, que forman parte del Municipio Autónomo Vicente Guerrero, adherente a La Sexta, exigen:
1.- Retorno inmediato a nuestros hogares, comunidad de Shulvó.
2.- Reparación de los daños ocasionados por los caciques del PRI.
3.- Castigo para los responsables materiales e intelectuales del desplazamiento forzado.
4.- Reinstalación inmediata de los servicios de agua, electricidad y teléfono.
5.- Alto a las amenazas y hostigamiento a los adherentes de La Sexta de la comunidad de Shulvó, municipio de Zinacantán.
Estamos en el estado de Chiapas, en el sureste mexicano, donde los presidentes municipales de diversos partidos políticos, tales como Manuel Martínez Jiménez, creen ser la ley misma y la imparten al mejor postor. Chiapas, donde es considerado un crimen organizarse, donde a pesar de ello los adherentes a La Sexta se organizan y así les va, y donde el estado de excepción se vuelve más visible en los días en que está por pasar el Papa por estas tierras.
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