Día de los Presos Palestinos

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Día de los Presos Palestinos

x carolina

A partir de 1974, el 17 de abril ha sido un día de solidaridad internacional con los presos palestinos y se ha vuelto un día global de acción en apoyo a todos los presos políticos del mundo.

Después de más de un siglo del colonialismo europeo, 69 años de la imposición de un estado judío en territorio palestino y 49 años de la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza, el pueblo palestino sigue en resistencia, y hay quienes se cansan  de la realidad que han vivido durante 23 años bajo un gobierno “autónomo” palestino –controlado por Israel.

Día con día, los palestinos resisten la confiscación de sus tierras, la reubicación forzada, la demolición de sus casas,  las ejecuciones sumarias, la violencia de los colonos israelíes, las detenciones en masa, el despojo de su agua, la destrucción de sus olivares, la restricción de sus movimientos, y las violaciones de los derechos civiles de todo tipo.

También resisten el encarcelamiento masivo del pueblo palestino. Desde el inicio de la ocupación de Gaza y Cisjordania en 1967, Israel ha mantenido una política de detención masiva que ha resultado en el encarcelamiento de 800,000 Palestinos, incluyendo a 10,000 mujeres. Esta política no sólo está dirigida a los guerrilleros, activistas, defensores de derechos humanos y políticos elegidos, sino a la población entera, especialmente la juventud. Para el poder colonial, cada hombre, mujer, joven, niña,  niño o bebé palestino es un terrorista activo o en potencia.  Cada joven con una piedra en la mano es visto como un peligro.

Después de las sublevaciones del 1987 y 2000 ––la Primera y Segunda Intifada–-, el pueblo palestino ahora está en su Tercera Intifada, según opina mucha gente. Desde octubre de 2015, cuando algunos colonos fascistas y fuerzas armadas israelíes hicieron incursiones en la mezquita de Al-Aqsa, una serie de manifestaciones turbulentas se ha extendido desde Jerusalén a varias partes de los territorios. La resistencia también se ha manifestado en constantes expresiones culturales en toda Palestina.

Ahora no hemos visto los ataques suicidas en los cuales una persona se convierte en una bomba humana para atacar al enemigo. Pero ha habido decenas de ataques individuales contra soldados, guardias y colonos israelíes. ¿Los atacantes están bien armados? Pues una niña de 12 años llevaba  un cuchillo cuando caminaba cerca de un retén. Y un chavo es acusado de apuñalar a un soldado israelí con un desarmador.  Un señor ya grande intentó atropellar a unos colonos con su coche. ¿Quién está al mando? Nadie. ¿Cuál grupo reivindica estos actos? Ninguno.

¿Cuál ha sido la respuesta de Israel? Entre octubre de 2015 y marzo de 2016, unos 200 palestinos, entre ellos 41 niños y niñas, han sido asesinados extrajudicialmente por las fuerzas armadas de Israel. A veces las casas de los padres palestinos han sido demolidas y les han obligado a pagar multas inalcanzables o pasar tiempo en prisión ellos mismos. En una muestra de desprecio al  derecho internacional y la decencia humana, el ejército israelí se ha negado a liberar los cuerpos de sus hijos, que mantienen congelados  durante más de 6 meses. Además, en las manifestaciones, incluyendo funerales, han sido atacados con gases lacrimógenos, balas de goma, balas vivas, armas paralizantes y detenciones masivas ––las cuales han aumentado la población carcelaria.

Hoy en día, más de 7,000 palestinos están encarcelados en las prisiones israelíes. 60 son mujeres y los demás hombres. Más de 400 son niños y jóvenes, desde los 12 a las 18 años de edad, y 13 son niñas. En 2015, las Fuerzas Armadas detuvieron al menos a 106 mujeres y niñas, un 70% más respecto al año 2013.

La mayoría de los presos palestinos en las cárceles israelíes tienen infracciones de ”seguridad” y son procesados en tribunales militares, sin jurado, con un índice de condena de 99.7%

Más de 700 presos están en detención administrativa, sin cargos y sin juicio –una forma de detención que puede ser renovada indefinidamente.

Con frecuencia los niños y niñas  son secuestrados de sus familias en la madrugada. Están esposados y sus ojos son vendados durante el transporte a los lugares de tortura, donde no tienen representación legal o acceso a sus padres durante meses. Israel es el único país del mundo que enjuicia a los niños en los tribunales militares. ¿Su acusación más común? Lanzar piedras. Y por esto reciben largas condenas en prisiones para adultos.

Todos los presos palestinos en las cárceles israelíes –hombres, mujeres, niñas y niños––  sufren torturas desde el momento de su detención, incluyendo largas sesiones de interrogaciones,  maltratos, golpizas, colocación en posiciones de estrés, privación de sueño, negación al servicio de baño,  carencia de alimento y agua, incomunicación,  uso excesivo de vendas y grilletes, negligencia médica, y abuso psicológico, incluyendo gritos, insultos, humillaciones y amenazas de hacerle daño a sus familiares. Muchos presos han sufrido abusos sexuales, especialmente las mujeres, niñas y niños. A las mujeres se les obliga a quitarse la ropa y con frecuencia son sometidas a registros corporales intrusivos. Cada año, decenas de palestinos viven el confinamiento en solitario o el prolongado aislamiento en una celda, ahora reconocido como una forma de tortura por expertos en derechos humanos. Entre 2012 y 2014, el número de presos en solitario se duplicó, según un reciente informe de los Médico para los Derechos Humanos– Israel.

 

A partir de los años 70, los presos políticos del Frente Popular por la Liberación de Palestina y otras organizaciones empezaron a organizar resistencia en las prisiones de Israel. Una de las primeras cosas que hicieron fue convocar a protestas para exigir la recepción de periódicos, revistas y libros. Organizaron grupos de estudio y empezaron a politizar a otros presos. Con una serie de huelgas, su fuerza creció.  Lograron algunos cambios de condiciones y hasta intercambios de presos.

 

En los últimos años, miles de presos palestinos han participado en huelgas de hambre y otras acciones en contra de la tortura, la detención administrativa, el confinamiento en solitario, el trato denigrante a las visitas, los ataques paramilitares contra los presos y la alimentación a fuerza de presos en huelga de hambre.

Para mencionar unos pocos casos específicos, desde marzo de este año, cinco presos políticos palestinos han estado en huelga de hambre para protestar la detención administrativa y el confinamiento en solitario. Son Sami Janazrah, Imad al-Batran, Abd-al-Rahim, Zayid al-Basisi y  Nahar al-Sadi.

Los presos afiliados con Jihad Islámico y el PFLP en las prisiones israelíes de Rimon, Nafha, Eshel, Ofer, y Ktziot también anunciaron que ellos organizarán protestas hasta que se cumplan sus demandas para lograr visitas familiares y poner fin al hacinamiento y el confinamiento en solitario.

El mes pasado el periodista Muhammad al-Qiq terminó una agotadora huelga de hambre de 94 días en la cual casi murió. Él empezó la huelga para protestar la tortura y mal trato que recibía para luego llamar la atención pública al uso israelí de la detención administrativa. Logró una promesa de sus captores de no renovar su sentencia de esta práctica considerada ilegal en el derecho internacional.

Dima al-Wawi. de 12 años de edad, es la niña más joven que ha sido detenida y enjuiciada por los tribunales militares. Fue acusada de tener en su posesión un cuchillo con la intención de apuñalar a un colono  israelí. Dilma fue interrogada sin que sus abogados o sus papas estuvieran presentes y fur obligada a firmar una confesión en hebreo, un idioma que ella no entiende. Se reporta que debido a una campaña pública en su apoyo, la niña será liberada el 24 de abril.

Los jóvenes conocidos como “los chicos de Hares” —Ali Shamlawi, Mohammed Kleib, Mohammed Suleiman, Ammar Souf y Tamer Souf—recibieron una sentencia de 15 años en diciembre pasado, más una multa equivalente a US$ 8,000 cada uno.  Los chicos que vivían en la aldea de Hares en Cisjordania  fueron secuestrados de sus hogares por el ejército israelí en marzo de 2013, cuando tenían 16 y 17 años de edad. Fueron acusados sin pruebas de arrojar piedras a vehículos de colonos ilegales, uno de los cuales chocó contra un camión que estaba estacionado cerca de Hares. Las hijas de la conductora del coche resultaron heridas en el accidente, y una de ellas murió dos años más tarde a causa de complicaciones derivadas de una neumonía. Los chicos negaron haber tirado piedras, pero fueron obligados a firmar “confesiones” después de largos interrogatorios y torturas a manos de los servicios secretos israelíes.

Según un abogado israelí que defiende a presos palestinos: en la justicia militar israelí, la verdad de los hechos es irrelevante; lo único que importa es la confesión, y ésta se obtiene mediante torturas, amedrantamiento y amenazas. Sobre todo con los niños.

Y lo peor de todo: el chantaje. No se trata de buscar la verdad, hacer justicia y castigar al culpable, dice el abogado. En este caso, si sus padres pagan la multa antes del 28 de enero, sus hijos serán condenados a 15 años de cárcel; si no lo hacen, la sentencia puede ser de hasta 25 años. Esa es la ‘justicia’ de “la única democracia de Medio Oriente”.

Desgraciadamente, los israelíes no son los únicos que mantienen presos palestinos por motivos políticos. Desde hace tiempo Hamas, igual que el FPLP y el FDLP han criticado al gobierno palestino de Mahmoud Abbas por colaborar con Israel en la detención de presos y adoptar métodos de tortura usados por Israel. Esta semana Abbas cortó los fondos asignados para el FPLP y el DFLP aunque no tenía el derecho de hacerlo, dicen las dos organizaciones.

Samidoun reporta que cinco activistas muy respetados en sus comunidades  ––Basil al-Araj, 33; Mohammed Harb, 23; Haitham Siyaj, 19; Mohammed al-Salamen, 19; y Ali Dar al-Sheikh, 22,–– se encuentran encarcelados por la Autoridad Palestina. Fueron detenidos el 10 de abril y acusados en la prensa israelí de “planear un ataque terrorista en Israel”.    Su abogado ha confirmado que desde su detención, ellos han sido sometidos a torturas, incluyendo la privación de sueño, colocación en posiciones de estrés, largas interrogaciones, golpizas, insultos, y negación de servicios de baño. Para firmar una petición en su apoyo en change.org. consulten samidoun.net

La petición destaca que “el contexto de estas detenciones es el de la continua coordinación de seguridad de la Autoridad Palestina con la ocupación Israeli. Estos jóvenes no representan una amenaza para la seguridad palestina; por el contrario son integrantes bien conocidos y queridos de sus comunidades y luchadores de confianza por la libertad del pueblo palestino. No han sido detenidos y torturados para proteger al pueblo palestino, sino porque la Autoridad Palestina, bajo los Acuerdos de Oslo, es un subcontratista de detenciones, vigilancia y encarcelamiento para la ocupación Israeli que diariamente asesina a los Palestinos, encarcela a miles y se lleva a cabo las demoliciones de hogares, la confiscación de tierras, la construcción de asentamientos, la represión racista, y el bloqueo del regreso a casa de millones de refugiados palestinos.”

Este año el Día de los Presos Palesginos se celebra unos días después de que los presos palestinos en la prisión Nafha fueron atacados violentamente con gases lacrimógenos y golpizas por guardias y fuerzas especiales el miércoles 13 de abril. Las autoridades prohibieron las oraciones del viernes, algo que nunca jamás ha pasado en esta prisión. Como respuesta, se convoca una huelga de hambre de un día en todas las prisiones de Israel el día 17.

También este día habrá manifestaciones en diferentes ciudades para seguir exigiendo la desinversión de empresas mayores en Israel y en particular de la corporación de seguridad G4S, que suministra sistemas de seguridad, cuartos de control y equipo para las prisiones, retenes y centros de capacitación policial en Israel. Se exige justicia para Omar  Nayef Zayed, asesinado en Bulgaria el febrero pasado después de haber escapado de la prisión política en Palestina en 1990. Y se exige libertad para la integrante del Consejo Legislativo Palestina Khalida Jarrar, y todos los presos políticos palestinos.

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