¿QUÉ NOS QUEDA?
Solo quedan las ganas de llorar…
No es cierto. A ver.
En México el acceso a la justicia es una realidad lejana, pero posible. Tenemos un gobierno e instituciones que se empeñan en evitarla a toda costa. Pero también una sociedad civil, un pueblo que poco a poco ha ido despertando y asumiendo la gravedad de la situación, la impunidad y el cinismo.
Ayer vimos en la portada del New York Times la evidencia de que el gobierno y medios mexicanos obstaculizaron el trabajo del Grupo de Expertos que acompañan el caso de Ayotzinapa.
Nos queda claro: hay algo que quieren esconder a toda costa, y no es nada más que la verdad. Pero entre más lo hacen más nos convencen de lo criminales que son nuestros gobernantes.
Ellos pretenden aislarnos, dejarnos solos.
La sociedad debe entender que es la primera vez que un movimiento de víctimas de un crimen son capaces de acompañarse y de levantar la cabeza en alto, de aguantar cada embestida, de no doblarse.
Ya lo entendimos bien, no se preocupen. En su lógica y con todos los medios a su disposición se acostumbraron a lograr que las víctimas pasen por criminales, pero esta vez se la van a tener que aguantar, porque por más que intenten nosotros sabemos la verdad: SON ELLOS LOS CULPABLES DE TAN DEPLORABLE SITUACIÓN EN EL PAÍS, DE TODOS LOS MALES QUE AZOTAN A NUESTRO PUEBLO, NO SÓLO DE LA DESAPARICIÓN FORZADA DE PERSONAS.
Quisiera decir más, pero no me van a creer.
Mejor que lo diga el GIEI.