Quedan pendientes las responsabilidades políticas, administrativas y penales por las violaciones ocurridas.
El día de hoy, aproximadamente a las 11 de la mañana la Fiscalía General del estado dejó en libertad a Pedro Antonio Euán Flores, Pedro Antonio Euán Santana, Javier Canché Novelo y Federico Euán Guardia, cuatro de los cinco detenidos en el brutal operativo policiaco efectuado por la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Yucatán el 3 de mayo en la comisaría meridana de Chablekal. Previamente, el día de ayer fue liberado el menor de 15 años también detenido.
Como se recordará el día 3 de mayo elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado realizaron un operativo en la comisaría de Chablekal en donde existió un uso excesivo de la fuerza, allanamientos de la iglesia y de domicilios, golpes, amenazas e insultos generalizados contra pobladores de Chablekal y contra observadores de derechos humanos, detenciones ilegales y arbitrarias, robo de cámaras de video y de teléfonos celulares con los cuales se hacía observación, dinero, bicicletas, tanques de gas y otros bienes de la población, obstaculización de la labor de defensores, provocación a la población y uso innecesario de gas lacrimógeno que causó severos daños a infantes de la comunidad de Chablekal y otras personas, hechos que constituyeron algunas de las violaciones a derechos humanos cometidas por la SSP de Yucatán en Chablekal en un despliegue inusitado de agentes y de fuerza como parte de un operativo que se realizó en el contexto de un desalojo que gente de la comunidad considera injusto y que agravia a un adulto mayor de 93 años, al cual salió a defender gran parte del pueblo.
Durante el operativo 5 pobladores de Chablekal, entre ellos un adolescente de 15 años, fueron detenidos ilegalmente por los elementos policíacos cuando allanaron un domicilio contiguo al desalojado en donde se resguardaba parte de la población. Dos de ellos fueron golpeados y sujetos a tratos crueles, inhumanos y degradantes. También fueron detenidos dos integrantes del Equipo de Indignación que documentaban los hechos y uno más fue golpeado con una macana.
Después de casi seis horas, los detenidos de Chablekal fueron trasladados a la Fiscalía General del estado, en donde por un lapso de casi 6 horas más permanecieron sin que se permitiera su entrevista con abogado o familiar alguno, incluso tuvo que presentarse un amparo por incomunicación ante la incertidumbre de su paradero. Hasta la medianoche dejaron a los familiares y abogado ingresar a verlos.
Después de casi 48 horas de haber sido detenidos, el día de hoy la Fiscalía determinó liberarlos. Sin embargo en dicha liberación no se permitió la presencia de un abogado de confianza y les hicieron firmar documentos cuyo contenido se desconoce. Este hecho representa una grave irregularidad, dado que los 4 detenidos habían ya acreditado a un abogado para que los asistiera y sin embargo no se le permitió estar presente en la diligencia donde se determinó su libertad, aparentemente, por falta de elementos. También es preciso señalar que dicha liberación ocurrió al mismo tiempo que un grupo de pobladores de Chablekal se dirigía al Palacio de gobierno a realizar una manifestación por la libertad de los detenidos. Durante el trayecto, el autobús de la empresa “minis 2000” con número de unidad 2163, en dónde se trasladaba una parte de la población fue interceptado por dos vehículos, uno de ellos con placas ZAR4357, de donde descendió una persona vestida de civil quien le ordenó al chofer del autobús que se bajara y que detuviera la unidad. Posteriormente el chofer indicó a los pasajeros que la unidad no podía seguir su camino, en un franco intento por evitar que la gente llegara a la manifestación frente a Palacio. Como a 50 metros del autobús detenido se encontraban dos patrullas de la SSP.
Sin lugar a dudas, la liberación de los 5 detenidos durante el operativo del 3 de mayo es resultado de las graves violaciones a derechos humanos cometidas durante su detención, mismas que hacían insostenible cualquier proceso de índole penal, pero principalmente, es consecuencia de la resistencia y exigencia que el de pueblo Chablekal ha manifestado en todo momento frente al uso arbitrario de la fuerza pública en contra de vecinos de la comunidad. También ha sido fundamental el amplio repudio que el operativo generó en la sociedad y que derivó en múltiples exigencias de personas, organizaciones y colectivos estatales, nacionales e internacionales al gobierno del estado por la brutalidad del operativo y lo ilegal de las detenciones.
No obstante, a pesar de que la libertad de los detenidos era un paso ineludible para resarcir las violaciones cometidas, todavía quedan pendientes las múltiples responsabilidades políticas, administrativas y/o penales derivadas de este operativo. En ese sentido es preciso señalar que varios de las y los pobladores de Chablekal han presentado denuncias penales ante la Fiscalía General, quien debe realizar una investigación independiente e imparcial para deslindar responsabilidades. Misma exigencia que se plantea a la Procuraduría General de la República ante quien los integrantes de Indignación presentamos las respectivas denuncias por la violación al derecho a defender los derechos humanos. De la misma manera se exige de la Comisión de Derechos Humanos del estado, quien hasta ahora ha sido inocua en su labor de documentar las violaciones a derechos humanos cometidas durante y con posterioridad al operativo, que realice una investigación imparcial y emita la recomendación pertinente en donde se determinen las violaciones cometidas.
Finalmente esta experiencia pone en entredicho el discurso de seguridad planteado por el ejecutivo estatal y avalado por el Congreso del estado, a través del denominado “escudo Yucatán” y evidencia que un estado policiaco no puede ser la base para combatir la situación de inseguridad y conflicto social que se vive en el estado, dado que es menester atender a las causas sociales, políticas y económicas de la población como requisito indispensable para generar mayores condiciones de equidad y justicia, elementos básicos para que se reduzcan los índices delictivos en cualquier parte del mundo.
Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos A.C.
5 de mayo de 2016