Monterrey, Nuevo León, 15 de Julio. El día hoy, el periódico “El Norte” publica una nota en donde una vez más se confirma cómo la “prensa local está generando versiones tergiversadas” y propician confusión entre la población.
“Denunciarán a siete por bloquear calles” se lee en el encabezado de la página principal de la sección Local del periódico El Norte. Dentro del artículo, escrito por Daniel Reyes y Marco Córdova, aparece un apartado en dónde identifican erróneamente a dos de los que El Norte decidió etiquetar como “infiltrados”.
Con una foto tomada en uno de los momentos de enfrentamientos con policías de Fuerza Civil durante la marcha del miércoles 13 de julio y en base a fotos probablemente encontradas en el internet, intentan empatar la identidad de dos compañeros señalándolos como participantes del enfrentamiento. Además la supuesta investigación viene acompañada por una larga lista de nombres y de grupos presentes en la marcha, entre ellos diferentes grupos de maestros y grupos externos como anarcopunks, comunistas y la otra nuevo león (esta última siendo un título inventado).
Esto denota no solo un gran desconocimiento del movimiento social -por ejemplo pone en grupos distintos los mismos nombres de personas, incluso hay nombres que aparecen en 4 grupos diferentes-, pero también la informalidad de la investigación.
La nota destaca a dos personas usando una foto tomada durante la marcha en dónde marca con el #2 a Julio Vertiz lo cual es información fabricada, ya que el compañero no asistió a la marcha ese día, además de que a esa hora se encontraba en su trabajo. Cualquier persona que lo conoce, puede ver a simple vista que el hombre señalado en la marcha es de figura mucho más robusta que Vertiz. Se puede observar en el diario ABC una foto de la misma persona que El Norte señala como si fuera Julio Vertiz en dónde claramente se ve que no es la misma. El compañero que aparece señalado como #1 tampoco es conocido como Forty Sticks como declara El Norte.
De esta manera se hace evidente no solo el poco profesionalismo y la falta de ética periodística con que trabaja el periódico sino también la clara intención de crear chivos expiatorios y criminalizar la protesta para desarticular y desgastar al movimiento que día a día se consolida.
Por otra parte en la nota se lee que el Secretario General de Gobierno “se reservó la identidad de quienes serán denunciados” y es en la misma nota que el periódico da a conocer más de 20 nombres en un apartado con título “Los Investigados”. Surge la pregunta de ¿Cómo es posible que el Secretario General de Gobierno reserve los nombres y por otro lado El Norte expone a más de 20 personas públicamente? ¿Cuál es la fuente para publicar estos 20 nombres?
Recordamos que desde el día de la marcha El Norte tenía la intención de sembrar confusión e información errónea, hablando de la presencia de jóvenes encapuchados y grupos ajenos al magisterio. El mismo magisterio ha hecho varias declaraciones afirmando que las personas ajenas y provocadoras que sí hubo, eran infiltrados de gobernación. Existe la denuncia en redes por parte de la CNTE Clasista de Nuevo León, en donde responsabilizan al gobierno por haber “infiltrado las marchas con policías vestidos de civil que han estado fotografiando a compañeros para intimidarlos” haciendo “responsable al gobierno del estado de cualquier provocación al movimiento legítimo”.
Un maestro sostiene que “fueron provocadores vestidos de civil que salieron del palacio de gobierno, eran jóvenes vestidos de civil que se integraron a la marcha, yo los vi y eran muchos y les iban dando instrucciones por teléfono”.
Otra señal del mal manejo de información por parte de los medios comerciales se encuentra en la disparidad entre la información de El Norte y el diario ABC, ya que el ABC publica que “el gobierno confirmó [a los infiltrados] como personas que vienen de fuera del estado a violentar las protestas, mientras que los maestros aseguraron que fueron enviados por las autoridades”.
El movimiento magisterial, como en todas partes del país, ha tenido una convocatoria mucho más allá del propio magisterio. Desde hace días se podía leer un comunicado por diferentes redes sociales en donde decía: “somos un grupo de personas, entre trabajadores y trabajadoras, amas de casa, estudiantes, campesinos, miembros de diferentes colectivos” -de Monterrey expresando la solidaridad con la lucha magisterial y el porque no están ajenos al movimiento-.
“En algún momento de nuestras vidas fuimos sus alumnos, queremos manifestarles nuestra solidaridad con la lucha y la organización en la defensa de sus derechos laborales y del derecho a una educación pública para el pueblo. Además, estamos consientes de otros aspectos negativos de la mal llamada Reforma Educativa, como la renuncia del Estado en la gestión administrativa de las escuelas que afectará al bolsillo de nosotrxs, los padres y madres de sus alumnxs.”
Además señalan a los medios de comunicación por la desinformación que circulan, “la criminalización por parte de las autoridades del Estado hacia el ejercicio del derecho a la protesta” y se deslindan de todo acto violento que pudiera haber pasado durante la marcha.
A través del periódico El Norte se valida la idea de que solamente los y las maestros tiene el derecho a marchar. Dentro del encabezado del mismo artículo se lee “Va Estado vía penal contra infiltrados en marchas de maestros”. Normalmente la palabra infiltrado se ha usado para identificar a aquellas personas ajenas a la lucha social que buscan generar divisiones y fragmentar los movimientos. Con esta afirmación por parte del Gobierno del Estado, y validada por El Norte, pone en riesgo a toda aquella persona solidaria con el movimiento a ser catalogada como infiltrada y el riesgo de ser investigada e acusada legalmente.
El Gobierno Estatal afirma que denunciará penalmente por la obstrucción de la vía pública, amenazando con penas de 6 meses a 4 años de prisión, más las multas correspondientes; sin embargo en los hechos cualquier persona puede confirmar que el bloqueo de las vías públicas esta siendo realizado por parte del Gobierno del Estado en conjunto con el Gobierno Municipal y distintos cuerpos policiacos. Tales bloqueos son implementados dos horas antes de las protestas, realizados con autobuses atravesados en las avenidas principales del centro de la cuidad.
Esta claro el fondo de la estrategia de represión por parte del estado: la criminalización de la protesta. El Estado usa los bloqueos entre otras estrategias a su favor, mientras usan los mismos bloqueos para criminalizar al pueblo; dicho en otra forma, mientras utiliza leyes a su favor, por otro lado las rompe para generar caos y confusión y a la par poner a la sociedad regiomontana en contra del magisterio.
De nueva cuenta se hace el llamado a los medios libres, grupos, individuos y organizaciones en resistencia a estar atentos a estas formas de señalamiento y a las acciones que se desarrollen en el norte del país ya que las estrategias de criminalización y represión están activadas por parte del Gobierno Municipal y Estatal siendo su brazo aliado los medios de comunicación comerciales.
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