San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 31 de julio de 2017.- En 1994 el promedio de estatura de hombres en comunidades zapatistas rondaba los 150 cms. y el de mujeres los 135 cms. Eran los promedios de estatura que reflejaban la profunda opresión del esclavismo finquero que se vivía en Chiapas hasta el levantamiento del 1 de enero de 1994. Las filtraciones gubernamentales a la prensa no partían de estos promedios de estatura sino de los promedios nacionales, así establecían la estatura del Subcomandante Insurgente Marcos en 190 cms, dado que en las fotografías de la época el Subcomandante solía rebasar en cabeza y media la estatura de mayores, mayoras, comandantes y comandantas, representantes de por sí del fenotipo comunitario.
Tras la toma de los medios de producción: la tierra de cultivo, la producción autónoma, la construcción de redes de transporte, de redes de comercialización, de los sistemas de salud autónoma, la intensa y cotidiana práctica deportiva, y en fin, de la construcción autónoma de las respuestas a las demandas de salud y alimentación, 23 años después en los CompArte del año pasado y del presente, cualquiera que haya podido ver a las delegaciones de artistas y escuchas zapatistas podrá notar, que lejos quedaron esos promedios de 150 cms para hombres y los 135 para mujeres.
El último día del CompArte en el Caracol de Oventic, un grupo de compas de medios libres nos quedamos al baile. Tras seguir a una fila de zapatistas que serpenteaba bailando, nos quedamos en el lado contrario de la cancha, ahí había un grupo de muchachos que rondaban entre los 175 y los 180 cms, algunas muchachas por su lado rebasaban los 170 cms. No es la estatura promedio, pero actualmente tampoco son una rareza estas estaturas en territorio zapatista. Pasó el tiempo en que fácilmente se distinguía a personas de otras partes del país por su altura durante el encuentro zapatista respectivo. Los cambios avanzan cotidianamente en territorio zapatista, tan cotidianamente que a veces para notarlos hace falta mirar algo lejos en el tiempo y hacer memoria y recuentos detallados.
Sin embargo el aumento de estatura solo es un síntoma de una intensa variedad de cambios que se van dando. Platicar con la generación zapatista de quienes tienen entre 18 y 25 años puede sorprender a cualquiera que desde su espacio de acción participa en procesos de lucha y resistencia. La escuela zapatista se nota, los procesos de formación humana, comunitaria, colectiva y política se sienten recio, también en la formación en educación, comunicación, agroecología o salud.