Por Mumia Abu-Jamal
La noticia que el Fiscal Especial Robert Mueller no emitirá un auto de acusación, tampoco cargos de mala conducta contra el presidente actual Donald Trump ha golpeado Washington como un trueno.
Los dirigentes políticos del Partido Demócrata entraron en un estado de shock, como si nunca hubieran considerado la posibilidad de tal resultado.
Conmoción y pavor abundan.
Al parecer, los líderes demócratas, quienes aprendieron la política en sus clases universitarias, nunca aprendieron cuál era el verdadero papel del FBI, revelado en su deplorable historia durante los años 60. En aquel entonces quedó claro que el Buró se compuso de agentes profundamente políticos del Ejecutivo Imperial, como lo demostraron sus ataques en contra del Dr. Martin Luther King, los Panteras Negras, y activistas de una veintena de grupos que buscaban el cambio social.
En raras ocasiones, o tal vez en ninguna, han atacado a los ricos y poderosos.
Y Trump, equipado con un arma jamás usada antes por algún presidente, salió en una ráfaga de frenesí desde una trampa aparentemente insuperable, enviando ondas de choque a través del sistema.
¿El arma? Tuiter. Más de 50 millones de receptores cambiaron la dinámica entre el acusado y el acusador.
El FBI se formó para servir el Ejecutivo Imperial, y no para oponérsele.
Como un corpulento emperador romano, Trump juega en su campo de golf mientras el caso en su contra se hunde debajo del green.
Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.
—©’19maj
27 de marzo de 2019
Audio grabado por Noelle Hanrahan, www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
https://amigosdemumiamx.wordpress.com/2019/04/01/trump-triunfante/