Por Javier Hernández Alpízar
Un abogado nahua huasteco, José Hernández, en su tesis de maestría en la Universidad Veracruzana, comparó los debates en las cámaras de diputados y senadores sobre los Acuerdos de San Andrés en materia de derechos y culturas indígenas con las controversias de Valladolid, entre el defensor de la conquista Ginés de Sepúlveda (precursor de la ideas del imperialismo moderno) y el defensor de los derechos de los indígenas americanos Fray Bartolomé de las Casas (precursor de la defensa de los derechos humanos universales).
Así como, en las Controversias de Valladolid, los defensores de los conquistadores argumentaron que los indígenas americanos no tenían la capacidad de tener gobiernos propios legítimos y, para que no siguieran en una suerte de “barbarie”, por “su bien”, debían ser gobernados por los españoles, como portadores de la razón y la religión verdadera, así también los legisladores de los tres partidos entonces dominantes en México, encabezados por sus jefes parlamentarios: Manuel Bartlett (PRI), Diego Fernández de Cevallos (PAN) y Jesús Ortega (PRD), argumentaron lo mismo que defendían Zedillo Ponce de León, la clase política y los coletos chiapanecos: que la autonomía indígena era incompatible con el derecho positivo mexicano (es decir el derecho del más fuerte: el Estado) y con los derechos humanos (nuevamente se trató a los indígenas como “bárbaros” y necesitados de tutelaje).
En ambas controversias, el tema de fondo no era si los indígenas tenían o no alma o uso de razón, el asunto era el despojo de sus territorios, la defensa del derecho de los colonizadores a apropiarse de sus territorios, en oposición al derecho de los indígenas a vivir en paz en sus propios territorios y con sus culturas.
Y en ambos casos, el atropello de los derechos indígenas culminó con el despojo de sus territorios, primero por los colonizadores españoles y luego por los megaproyectos capitalistas, llamados con diferentes nombres como “Plan Puebla-Panamá”, “Proyecto Mesoamérica” o los actuales proyectos prioritarios del gobierno federal como el Tren “Maya”, el Corredor Interoceánico y el Proyecto Integral “Morelos”. Todos ellos son, en realidad, el mismo proyecto colonizador al servicio de los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos y los capitales transnacionales,
Por ello, condenar la conquista de Tenochtitlán en 1521 al mismo tiempo que se colonizan los territorios actuales de los pueblos originarios es mera propaganda. Y pretender “incorporar los Acuerdos de San Andrés” en la ley, al tiempo que los megaproyectos de despojo y colonización avanzan, es una burla.
Los actuales zapatistas nos enseñan, con el ejemplo, que recordar el pasado sin rencores, para tratar de comprenderlo, es mucho más propositivo. Y en ese pasado lleno de claroscuros, figuras como la de Fray Bartolomé de las Casas son sumamente importantes.
Fray Bartolomé de las Casas, precursor de los derechos humanos de los indígenas y el anticolonialismo
En los siglos XV y XVI, y en general en la antigüedad, se consideraba la guerra de conquista como legítima y el trabajo esclavo como fuente legítima de riqueza, y no sólo en Europa, también en Mesoamérica y la América precolombina.
En ese contexto, Fray Bartolomé de las Casas (1474-1566) fue un defensor de los indígenas americanos, historiador, precursor de la antropología, por obras como Apologética historia, así como de lo que hoy conocemos como defensa de los derechos humanos y del derecho internacional con un carácter que actualmente llamaríamos “anticolonial”. Escribió obras como la Brevísima relación de la destrucción de Las Indias (1552) e Historia de las Indias, en tres volúmenes (iniciada hacia 1527).
Originario de Sevilla, Las Casas llegó a la isla La Española (actualmente República Dominicana y Haití) en 1502, con la primera gran emigración de españoles a América. Tuvo una encomienda de indios, pero renunció a ella en 1514, por considerar injusto ese sistema de explotación. Fue un vigoroso crítico de la encomienda y la esclavitud y defensor de la plena humanidad y los derechos de los indígenas. En años posteriores, liberó a sus esclavos negros y consideró que tampoco ellos debían ser esclavos.
Contra la violencia de la conquista, se dirigió al rey de España, Carlos V, y al príncipe Felipe, quien sería posteriormente Felipe II, en estos términos (respetando las grafías originales):
“como hombre que por cincuenta años y más de experiencia siendo en aquellas tierras presente los he visto cometer, que constándole a su alteza algunas particulares hazañas dellos, no podría contenerse de suplicar a su magestad con instancia importuna, que no conceda ni permita las que los tyranos inventaron, prosiguieron y han cometido, llaman conquistas.” (Casas: 1991: 5)
Sus protestas contra la injusticia de las conquistas y la esclavitud indígena lograron la abolición de los repartimientos de indios y de la encomienda. La abolición de ese sistema de explotación esclavista obligó a la economía novohispana a establecer plantaciones, manufacturas y obrajes acordes a las nuevas relaciones laborales capitalistas.
Bartolomé de Las Casas ingresó en la orden dominicana en Santo Domingo, en 1523. Fue obispo de Chiapas, donde hoy le rinde homenaje el nombre de la ciudad de San Cristóbal de las Casas.
En 1550 y 1551 debatió con el cordobés Ginés de Sepúlveda sobre la legitimidad del uso de la fuerza contra los indígenas. En la controversia de Valladolid, Sepúlveda defendió el derecho de los españoles a conquistar y gobernar a los indios americanos argumentando la “superioridad racional” de los primeros. Por su parte, Las Casas defendió la racionalidad de los indígenas y los consideró sujetos de derechos.
El dominico defensor de los indios no aceptó la interpretación colonial de Aristóteles como argumento para legitimar las guerras de conquista y la esclavitud indígena.
“Desta pésima trastocación y preposteración, luego y necesariamente se he seguido haber menospreciádose todas estas naciones, teniéndolas por bestias incapaces de doctrina y de virtud, no curando más dellas de cuanto eran o servían de uso a los españoles, como el pan y el vino y las semejantes cosas, que solo con usar los hombres dellas las consumen.” (Casas: 1956:15)
La controversia de Valladolid tiene vigencia en la actualidad por las resonancias en el pensamiento imperialista y colonial contemporáneo (Ginés de Sepúlveda) y los argumentos anticolonialistas (Las Casas), en opinión de la filósofa e historiadora de la filosofía en México, María del Carmen Rovira. (CEFILIBE, 2016)
Fray Bartolomé de las Casas propuso la evangelización pacífica de los indios en su obra Del único modo de atraer a los indios a la verdadera religión, que comenzó a escribir en 1536. En esa obra defendió la tesis:
“La Providencia divina estableció, para todo el mundo y para todos los tiempos, un solo, mismo y único modo de enseñarles a los hombres la verdadera religión, a saber: la persuasión del entendimiento por medio de razones y la invitación y suave moción de la voluntad.” (Casas: 1975:65)
Las Casas defendió la doctrina de que las guerras de conquista contra los indios eran injustas y tiránicas, así que el oro, la plata y las tierras que les fueron arrebatados debían serles devueltos. Pensaba que los indios son, en su mayoría inteligentes, y muchos de ellos muestran un entendimiento excepcional en las artes mecánicas y liberales. Además les tribuye ser pacíficos: “aquellas indianas gentes, pacíficas, humildes y mansas que a nadie ofenden”. (Las Casas: 1991: 5)
El pensamiento emancipador de Fray Bartolomé de las Casas es actualmente reivindicado por filósofos como María del Carmen Rovira y por defensores de derechos humanos como el Centro de Derechos Humanos que lleva su nombre, en Chiapas. Asimismo, Las Casas ejerció una influencia al menos en uno de los precursores de la independencia de México, Fray Servando Teresa de Mier. (Pulido: 2011: 429)
Son innegables la relevancia y vigencia del pensamiento y la obra de Fray Bartolomé de las Casas.
Bibliografía
CASAS, BARTOLOMÉ DE LAS, (1991) Brevíssima relación de la destruyción de las Indias, Editorial A. Er. Revista de Filosofía, Sevilla.
CASAS, BARTOLOMÉ DE LAS, (1975) Del único modo se atraer a todos los pueblos a la verdadera religión, Fondo de Cultura Económica, México.
CASAS, BARTOLOMÉ DE LAS, (1956), Historia de las Indias, Vol. I, Biblioteca Ayacucho, Caracas.
CEFILIBE, (2016) “Sobre la humanidad del indígena americano”, en Defensa y Difusión de la Filosofía, https://cefilibe.wordpress.com/2016/08/06/sobre-la-humanidad-del-indigena-americano/ Consultado el 4 de junio de 2021.