Por Javier Hernández Alpízar
“¿En qué jardín de luz está sembrada tu memoria?”
Winétt de Rokha
Con Winétt de Rokha (su nombre real fue Luisa Anabalón Sanderson, nació y murió en Santiago, 1894-1951) tenemos acceso a la poesía militante, poesía comunista explícita. “Carcoma y presencia del capitalismo”, titula uno de sus poemas.
La poeta chilena que firmara sus primeros dos poemarios con el significativo nombre, que la enlaza con nuestro país, “Juana Inés de la Cruz”, adoptó al casarse con el también poeta Pablo de Rokha el seudónimo con el que firmó el resto de su obra. Con éste, Winétt de Rokha la incluye Vindictas en el Material de Lectura número 3 de esa serie de Poetas Latinoamericanas. Serie que incluye a otras poetas, como la guatemalteca Alaíde Foppa (Alaíde Foppa, Material de Lectura 1, Vindictas. Poetas Latinoamericanas).
Tal vez a la distancia pueda irritarnos que entre sus versos incluya el nombre de Stalin (Neruda también lo hizo), pero curiosamente no me irrita, y por el contrario, me parece vindicable que dedique un poema a Rosa Luxemburgo, “Rosa de fuego”, donde la exalta como militante del proletariado y escribe sin rubor “lucha de clases”.
“Rosa de fuego / te llenaste de hijos del alma en la lucha de clases / valiente y preciosa luz de mi sexo”.
Sin duda esta poesía militante, deliberadamente política, que llama santa a la insignia de la hoz y el martillo, es anterior a la asepsia política que dejó la guerra fría cultural, la que nos dio a conocer Frances Stonor Saunders en La CIA y la guerra fría cultural. Si en otros sentidos no logró triunfar, dice James Petras, si logró establecer la idea de que la obra artística y literaria debe estar exenta de contenido político, incluso en artistas militantes. Con Winétt de Rokha, eso no pasa.
“La inteligencia del corazón guiaba tus pasos, / y la revolución alumbraba, / como un sol rojo, tu camino.”
Con esta poesía que toma partido y se viste de rojo, Winétt de Rokha es precursora de una tradición que seguirán luego poetas como su paisano y tocayo de su esposo Pablo Neruda, como los nicaragüenses Ernesto Cardenal, Leonel Rugama y, descubrimos recientemente en otro Material de Lectura, Gioconda Belli (Gioconda Belli, Material de Lectura 219, Poesía Moderna), o bien el salvadoreño Roque Dalton, y en México, Efraín Huerta. Una poesía, la de Winétt, irreverente en su contexto y afirmadora de una opción política radical que trataba de conmover el mundo desde sus cimientos.
La autoafirmación de la poeta chilena como mujer también está presente, y no sólo en las autorreferencias a su condición de mujer sino, como dijimos, al reivindicar a figuras como la filósofa marxista Rosa Luxemburgo o, implícitamente, al retomar como su primer seudónimo el nombre de la poeta y escritora e intelectual novohispana Sor Juana Inés de la Cruz.
El lenguaje y los temas de la poeta comunista son hijos de su tiempo, sin embargo tiene elementos vanguardistas en un léxico que incluye los fenómenos contemporáneos de inicios del siglo XX, como en “Carcoma y presencia del capitalismo”, poema en el cual incluye palabras como “paddock” y “jazz band”, rebasando los purismos castizos y adelantándose a un poeta que fue gran admirador de la poesía norteamericana e incluyó en sus poemas términos como “Twenty Century Fox”, Ernesto Cardenal.
“En el paddock, / al compás de la música loca de un jazz-band / las mujeres y los caballos se pasean.”
Muy interesante, conocer a una autora que sin rubor toma partido por la justicia en el mundo y no lo considera algo a esconder en sus poemas.
“¡Por la aurora de tus reivindicaciones, multitud! / por el pan y la libertad obreras, / por los puños sagrados de tus trabajadores.”
Winétt de Rokha, Material de Lectura, Vindictas Poetas Latinoamericanas, No. 3, Selección y nota introductoria de Begoña Ugalde Pascual, UNAM; México, 2020.