por Mumia Abu Jamal
El juicio de tres hombres blancos en el pueblo de Brunswick, Georgia, acusados en el asesinato de Ahmaud Arbery, un joven negro, tuvo todo el drama de una película.
Los abogados defensores declararon que los tres estaban justificados en el asesinato porque se sintieron amenazados por el hombre que corrió hacia ellos después de que usaron sus vehículos para bloquear su escape de sus garras mortales. Los tres hombres estaban armados. Arbery no estaba. Ellos usaron la defensa utilizada con frecuencia por las policías: el miedo al ataque. Pero ni siquiera su reclamo de arresto ciudadano convenció al jurado predominantemente blanco.
El jurado esencialmente tuvo que rechazar varias invitaciones de los abogados defensores para satanizar a Arbery o humillarlo y degradarlo con comentarios sobre sus pies sucios. Tenían que saber que hacer este tipo de apelación a sureños rurales era como ofrecer hierba gatera a un gato, pero esta vez no funcionó, tal vez porque una gran cantidad de imágenes en video reveló lo que realmente pasó, especialmente en momentos claves de los eventos.
Los filmes de estos eventos hicieron la diferencia entre absoluciones y veredictos de culpabilidad por delitos graves. Y eso no es todo. Sin las cintas ninguno de los hombres habría sido acusado, y el Fiscal y los policías locales habrían logrado lo que esperaban.
Y no era solo una cuestión de esperanza. Al principio dijeron que se había cometido un robo. Y un abogado de la Fiscalía le aconsejó a uno de los asesinos ir a casa y lavarse las manos.
Luego salió el metraje de la cámara.
Además, si la madre de Arbery no hubiera luchado por él, nada hubiera pasado.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
30 de noviembre de 2021
—(c)’21 maj
Audio grabado por Prison Radio
https://www.prisonradio.org/commentary/the-arbery-trial/
Circulación por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amigxs de Mumia en México.