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Hotel Abismo: Comandante Contreras: una vida de lucha

Por Javier Hernández Alpízar

Pablo González Casanova vivió 101 años. Alguna ocasión dijo que el secreto de la longevidad es amar y luchar. Amar y luchar, independientemente de la longevidad o no, al menos asegura que una vida fue bien vivida, que se vivió bien y se vivió para bien.

El científico social González Casanova murió en malos tiempos, tiempos en que está en peligro, está bajo ataque, todo lo que amó y por lo cual luchó.

Algunos de sus libros llevan por títulos La democracia en México, Sociología de la explotación y Colonialismo interno (una redefinición).

Y precisamente hoy en México, como en muchos otros países en el mundo, la democracia está bajo ataque. Gobiernos y partidos, facciones que llegaron al poder por medios democráticos, están demoliendo, desmantelando, la democracia y el pluralismo desde el poder. Especialmente bajo “democracias autoritarias” que reformulan el fascismo como populismo.

Mientras bajo el discurso de “combate a la corrupción” se teje un manto de opacidad que encubre a la corrupción, en México se consolidan y expanden la explotación y sus mecanismos de extracción de plusvalor.

Además, el colonialismo interno (y el colonialismo a secas) tienden sus vías férreas y corredores por el territorio maya y el Istmo de Tehuantepec, por el Morelos que González Casanova habitó y por todo el sureste del país entregado a megaproyectos ecocidas y etnocidas impulsados mediante la imposición, la manipulación y falsificación de la participación, la violencia criminal y la militarización.

Pablo González Casanova fue rector de la UNAM sólo dos años, de 1970 a 1972, y heredó a esa institución de educación superior dos proyectos de vanguardia, pensados para aprender a pensar y a investigar: el Colegio de Ciencias y Humanidades y el Sistema de Universidad Abierta y a Distancia. También fue fundador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades.

Hoy la Universidad Nacional Autónoma de México está bajo la mira de un gobierno autoritario que pretende capturar o destruir por austericidio toda institución autónoma, como ha hecho ya con la captura de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Instituto Nacional Electoral (tras un intenso ataque) y actualmente hace manteniendo inoperante y pretendiendo desaparecer el Instituto Nacional de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

El gobierno y su partido (Morena) pretenden ahora capturar o desmantelar a la UNAM, porque les estorba todo centro de pensamiento crítico o disidente. Ya antes tomaron el Centro de Investigación y Docencia Económicas.

El Comité Clandestino Revolucionario Indígena, Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, nombró a Pablo González Casanova Comandante Contreras, comandante honorífico del EZLN. Antes supimos, a su muerte, que el filósofo Luis Villoro fue integrante del EZLN como centinela, haciendo análisis de la realidad.

En este sexenio, se ha reactivado, como no ocurría desde el zedillismo, la contrainsurgencia militar y sobre todo paramilitar, con grupos cooptados y paramilitarizados como la ORCAO (Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo). Además, el EZLN padece un cerco mediático no logrado por la derecha sino por la falsa izquierda obradorista, antes desde el PRD y hoy desde Morena. La más eficaz contrainsurgencia ha sido la propaganda de mentiras contra el zapatismo actual. Hoy la mentira es una forma de gobierno y de destrucción de todo actor incómodo en el espacio público.

Para enfrentar a las fuerzas que hoy en México atacan la democracia, bendicen la explotación, impulsan el colonialismo interno (y externo) como acumulación militarizada y buscan destruir instituciones como la UNAM y destruir la autonomía zapatista mediante la contrainsurgencia, necesitamos hacer lo que a González Casanova le permitió una longeva y lúcida vida: amar y luchar.

Una longeva vida nadie puede asegurárnosla, pero podemos vivir una vida en la dignidad, en resistencia y rebeldía. En eso sí podemos emular la vida del Comandante Contreras.

 

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