Por Javier Hernández Alpízar
La lucha por la democracia es una lucha de los pueblos. Lo poco de democracia que se ha conseguido en diversos momentos de la historia es una conquista de esa lucha de los pueblos. Incluso Maquiavelo, un pensador a quien se suele tener por maestro de los tiranos, prefería, puestos a escoger, la república. Y lo razonaba así: los aristócratas quieren oprimir al pueblo. En cambio el pueblo no quiere oprimir a nadie, sino solamente no ser oprimido por nadie. Eso puede ocurrir en una república, donde el príncipe esté limitado por los aristócratas y por el pueblo.